Desde los primeros días del presente mes, trabajadores del ingenio San Isidro llevan adelante un paro y bloqueo del mismo, perteneciente a la empresa azucarera Prosal y Emaisa S.A de Campo Santo (Salta). La lucha es por un incremento salarial del 40%, debido a que un porcentaje menor no cubriría los gastos necesarios ni la inflación.
Además piden la incorporación de 200 trabajadores pertenecientes al Programa Interzafra y personal contratado, acorde a lo que establece del Convenio Colectivo de Trabajo, al que desde 2011 no se da cumplimiento. A esto se suma un reclamo por mejoras en la calidad de trabajo: “Nos deben la ropa desde el 2011 y la que recibimos es de mala calidad, pedimos que se reduzcan las tareas por jornada, la reincorporación de compañeros dados de baja y la entrega de elementos de seguridad” reclamaron los trabajadores.
El último viernes, centenares de trabajadores y sus familias fueron brutalmente reprimidos por la Infantería la provincia, cuando intentaban tomar el establecimiento.
En la refriega, la Infantería reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma, dejando una decena de trabajadores heridos con perdigones de goma; los trabajadores se defendieron con piedras y palos, y 4 efectivos terminaron con las cabezas rotas y varios móviles de las fuerzas represivas destruidos.
Frente al caos reinante en la ciudad, las autoridades legislativas y municipales “mediaron” para que este lunes se lleve a cabo una reunión entre las partes para “evitar más enfrentamientos”.
Una muestra más de lo que verdaderamente mide el actual termómetro de la lucha de clases.