En Gobierno de los monopolios intenta frenar la lucha del pueblo y sin sonrojarse, intenta frenar la lucha de clases.
Para la dominación de clases el engaño es el mejor camino y este gobierno en sus años de ejercerlo lo utilizó a destajo. Mentira, hipocresía, puestas en escena, actos circenses intentaron decorar las embestidas de lucha por conquistas políticas y económicas que realizó nuestro pueblo. Entendieron que los hechos del 2001 no habían sido en vano.
Por ley querer imponer un dique de contención a lo que se viene de abajo, es una forma de ir intercalando la mejor forma de dominación que es la zanahoria con el garrote. El problema es lo que ha sucedido en todos estos años como para imponer este mamarracho de iniciativa legislativa.
No solo la lucha del pueblo ha crecido. Hemos crecido en conciencia de saber quiénes son nuestros enemigos, popularmente ya se habla de los monopolios, de que las leyes que se presentan son a favor de ellos, que la inseguridad es que los recursos van para proteger los intereses de los bancos, las grandes industrias, los grandes supermercados, etc., se sabe que esos intereses son los que castigan los intereses del ser humano y de la naturaleza.
De una u otra manera el Poder de los monopolios está al descubierto y también de una u otra manera se lo ataca. Hay paros, hay tomas de fábricas, hay ejercicio permanente de enfrentamiento en todos los terrenos en defensa de los recursos naturales, la clase obrera, los docentes, los trabajadores de la salud, los pueblos originarios, los trabajadores del Estado, en fin una gran parte del pueblo no se arrodilla y sigue tozudamente en la lucha.
El poder está obligado a salirse de las casillas y hace este mamarracho con un gobierno que cada vez más se rodea de lúmpenes-histéricos-desclasados. Hasta voces reconocidamente reaccionarias huyen espantadas de esta iniciativa legal para contener la lucha de clases.
Entiende la burguesía monopolista, porque lo ve y lo siente, que el pueblo está en el umbral de elevar la calidad del enfrentamiento, entiende que detrás de este proceso de lucha aparece con mucha intensidad la necesidad histórica de la lucha revolucionaria por la toma del poder y que embrionariamente aún éstas ideas y las organizaciones que se corresponden están ya instaladas en lo más profundo de nuestro pueblo.
La iniciativa ha sido de nuestro pueblo sobre todo en los últimos meses, iniciativa de jerarquía en este camino liberador, de ninguna manera ellos responden con la altura de una clase dominante, salen al paso creando más debate, más contradicciones a su interno y mostrando su incapacidad para detener en un nuevo plano lo que se viene.
Cuando el agua incontenible desciende de las montañas no hay dique que pueda detenerla, el agua avanza de una u otra manera arrasando. Los revolucionarios a diferencia del poder burgués que necesita detener esa marcha con grandes obras de “ingeniería parlamentaria”, iremos encausando esa fuerza incontenible hacia la revolución.