La situación política del país se va incrementando: cuánto más se profundiza la lucha de clases, obliga a los revolucionarios a redoblar los esfuerzos para poder concentrar en política una propuesta revolucionaria, y dar una salida verdadera para todo el pueblo trabajador.
Este nuevo 1° de mayo nos tiene que permitir poder profundizar en algunas cuestiones, y en ese sentido queremos tomar como ejemplo lo que ha sucedido en el Parque Industrial de Pilar, el pasado 10 de abril.
Para ponernos al tanto, ese día se bloquearon en su totalidad los 3 accesos que tiene el Parque, por trabajadores del mismo. Este grupo de trabajadores estaba integrado en esencia por trabajadores de 3 plantas monopólicas de las más importantes que se radican allí: Procter & Gamble, Unilever (planta Knorr) e Impresores Gráficos. La medida fue tomada en primera instancia por la asamblea de P&G, la cual resuelve adherirse al paro en forma activa y realizar el corte. Desde esa asamblea se lleva la propuesta a la organización interfabril que está funcionando en el parque. Una instancia donde los trabajadores del parque pueden encarar los problemas como clase, viendo al centro industrial en conjunto y saltando las cuatro paredes de cada fábrica, en camino de ir construyendo las instituciones revolucionarias. Es desde ahí que se llevan las propuestas a las demás fábricas, donde también se resuelve el corte por las asambleas de cada planta. Tengamos en cuenta que los sindicatos a nivel nacional pertenecen a la CGT oficial y ninguno participaba del paro.
Obviamente sobre este conflicto no salió nada por los medios de comunicación, ya que muy ocupados estaban cubriendo el corte de Henry Ford y Panamericana.
Ahora bien, nos detenemos en este hecho puntual porque creemos que marca el camino a seguir. Primero, porque fueron los trabajadores en sus fábricas los protagonistas tanto en la ejecución como en la toma de decisiones; en segundo lugar porque la clase trabajadora empieza a tomar un protagonismo político en la escena nacional.
También creemos y estamos convencidos que multiplicar este tipo de hechos son los que van a lograr capitalizar y elevar el nivel de la actual situación política.
Es por esto que el papel de los revolucionarios y de los obreros en lucha radica en profundizar estos hechos. Es una tarea fundamental plantear hoy construir estas asambleas y organizaciones, garantizando la democracia directa, ampliando el panorama, más allá de cada fábrica, más allá del propio parque industrial, tomando también a los barrios aledaños.
Construir e impulsar que la clase obrera se plante como dirección política de toda la sociedad. Allí radica la esencia del nuevo Estado por el que luchamos, el propio pueblo haciendo y resolviendo sus propios problemas.
¡¡Viva la lucha de los trabajadores!! ¡¡Viva el 1° de Mayo!!