Hoy tempranito por la mañana, como suele suceder en los últimos tiempos, Capitanich nos volvió a dar clases de estadísticas. Su presencia intenta imponer “distancia“ y “respeto” y si a ello se le agrega el dominio de números, verdaderamente nos encontramos frente a un “Estadista de alto vuelo”.
¡Invalorable su esfuerzo!, son clases magistrales para brindar al gran público lo bien que se encuentran las arcas de los monopolios. Fue una conferencia de prensa imperdible, un modelo de cómo en un país capitalista como el nuestro las cifras de las ganancias empresariales van por el cielo y la miseria de las mayorías, por el piso.
¡Bravo señor ministro!, las estadísticas que maneja calientan el bolsillo y enfrían el alma.
No menos “comprometidas” las preguntas de los periodistas, sólo fueron tres, lo suficientemente estúpidas para que el ex gobernador y primer presidenciable de los K, dijera buenos días y se fuera con velocidad inusitada.
Ahora bien, fue tan pobre esa imagen, casi “desgarradora”, temerosa de sí misma como si esperase que alguien de los presentes lo sacara de su libreto. Tranquilo señor ministro, ése no es el ámbito en el cual se expresen las inquietudes, ellas vienen “desde el pie”, como dice la canción.
Las estadísticas en el sistema que usted defiende están teñidas de mentiras y engaños. Las cifras que usted maneja encubren el robo, el contrabando, la trata, la mafia, la evasión, la economía negra que su propio Estado incentiva, etc. Y, por sobre todas estas cosas, el literal robo que nos hace a los trabajadores con mecanismos económicos institucionales votados en el parlamento sometido a los grupos económicos transnacionales.
Usted hace una conferencia de prensa para tratar de imponer una dominación de clase y que ella sea avalada por el pueblo. Parecería que la imagen de los tres monos tapándose los ojos, los oídos y la boca le sienta muy bien. Algo tiene que decir, pero solamente habló. En fin… Si sirve para aclarar, usted no dijo nada, pero como buen gobierno “nacional y popular” ¡habló!
Fuera de esa caja de cristal en la que usted manejó los “los números” está la vida real. Paros, movilizaciones, protestas, una vida difícil de llevar para la gran mayoría de argentinos asqueados de una vida teñida de colores estadísticos de la gama de los grises, distante…muy distante del arco iris de las ganancias monopólicas.
Nada se dice, al menos estadísticamente, que su gobierno está metiendo gendarmería en fábricas y en establecimientos en donde aparece la lucha, ningún número para saber estadísticamente cuánta plata se invierte para sostener un aparato represivo contra quienes se movilizan o para todo el aparato judicial dispuesto ya a encarcelar a quienes levanten su voz contra las injustas “estadísticas” que reflejan las ganancias cada vez más grandes de los monopolios.
Señores “estadísticos”, los únicos números que sirven al pueblo son aquellos que nos permiten una vida digna. Es en ese camino que pensamos que nada detendrá el empuje que da la lucha para seguir avanzando con una mirada grande hacia un país en donde los números estadísticos del Sr. Ministro sean superados por una vida más plena en el estricto sentido material y espiritual de toda la sociedad.