- Para la burguesía monopolista y su gobierno, los problemas son fundamentalmente políticos.
- Para el reformismo y el populismo, de todo calibre. De lo que se trata, se disfrace de lo que se disfrace, es de sostener el andrajoso sistema capitalista.
- Para los revolucionarios, es avanzar en la dirección política hacia la lucha por el poder caracterizando que la clase obrera y el pueblo han dado batallas de avanzada con metodologías revolucionarias facilitando el carácter masivo de los enfrentamientos contra el poder del Estado de los monopolios y su gobierno.
- Los problemas inmediatos a enfrentar son la unidad política de las expresiones de esas batallas que están generando nuevas y más masivas vanguardias y asimilar en este proceso que las “iniciativas” de la burguesía son en respuesta a las avanzadas de la clase obrera y del pueblo de las que hacíamos mención.
Presentar las cosas puntualmente, como lo hacemos más arriba, sólo sirve para centrar las situaciones de las clases en un momento concreto, cada elemento lo fundamentamos en los medios de nuestra propaganda. Cada uno de estos puntos los separamos y luego los unimos lo cual forma un todo que es la lucha de clases.
- La crisis política de la clase dominante y su gobierno está dada porque nada de lo que propone y dispone es aceptado por la gran mayoría del pueblo. No cree en las instituciones del Estado y ello que no se ve, carcome el tejido de dominación.
- El reformismo y el populismo aparecen con ímpetu en épocas en donde la clase obrera y el pueblo intuyen una salida revolucionaria por fuera del sistema. Con su intervención tratan de servir como dique de contención de ese proceso. Son la ideología burguesa dentro del movimiento de masas y actúan en política intentando llevar el enfrentamiento que viene bien de abajo al desánimo y a la derrota.
- Para los revolucionarios el desafío del momento es profundizar y elevar la unidad política de todos los enfrentamientos que la clase obrera industrial está dando y a la vez extenderlo con todo el pueblo en sus infinitas manifestaciones de cansancio que expresan contra el sistema. Esa unidad política deviene de la experiencia que el propio pueblo viene haciendo en sus luchas, de sus experiencias concretas, no se inventan, ni se las invaden con banderías de división, por el contario, en ellas las ideas revolucionarias se seguirán masificando, en ellas se están pariendo las primeras batallas de poder popular.
- La iniciativa política está dada por la clase obrera y el pueblo y sus acciones seguirán siendo ofensivas. Vendrán días de más agudización de la lucha entre las clases y a la vez un abierto enfrentamiento contra todo tipo de reformismo o populismo que se entremezclará en el accionar de las masas en sus luchas.
- Esa nueva calidad de la lucha de clases se expresa ya y todos los días en “pequeñas” y “grandes” luchas, y es ese mismo proceso en permanente movimiento el que la burguesía oculta cómo puede, y es el que tronará y elevará el enfrentamiento y la organización hacia la lucha por el poder.