Es muy gracioso observar detenidamente el lenguaje que usa la Burguesía para encubrir el robo que se les hace a los pueblos del mundo.
“Club de Paris”, parecería que estamos hablando de un equipo de fútbol, de algún deporte popular, de un centro artístico… ¡qué romántico vocabulario!
¿Quién se puede imaginar atrocidades con ese titular?
“Club de París” si suena más a la famosa Torre Eiffel o a un inocente budín de pan que a una verdadera cueva de usureros como lo que es.
En ese rico vocabulario de “encubrimiento” los medios nos dicen que se llegó a un “acuerdo” por la deuda de 9.700 millones de dólares.
“Acuerdo”que bella y tranquilizadora palabra. Hubiese sido más cruel y difícil de digerir para las mayorías una frase que lo hubiese dicho todo, a saber: ¡sentate y pagá!
Tampoco es menos fabulero decir:
…“les debemos y tenemos que pagar”.
…“¡Qué gente seria ésta que paga las deudas!” Lógicamente que sería “poco ilustrativo” explicar al gran pueblo argentino quién debe a quién desde que desembarcaron los colonialistas hasta nuestros días cuando en su primer acto de saqueo se llevaron oro por espejitos.
“El Club de París” es una cueva más de las que existen en la calle Florida pero poseedora de una concentración de capitales planetarios que para subsistir necesita seguir concentrando más y más capitales.
¡Es una cueva de usura!…pero es el “Club de Paris”. Gracioso y dramático porque en todo “club” de la oligarquía financiera existen los perritos falderos y domesticados, que se inclinan (con todo respeto) ante sus verdaderos amos ofreciendo las “monerías” que en este caso son 9.700 millones de dólares obtenidos con la explotación y opresión que esa clase dominante y parasitaria ejerce sobre las mayorías laboriosas.
Nuestros gobernantes “acordaron”…frase de gran altura literaria si las hay, quizás recordaríamos otra no tan importante y poética pero quizás muy certera que es la de Diego Maradona cuando expresó.:“la tienen….
“Gracias” señor ministro por esa negociación con el “Club” así incluso parece más amigable, para qué ponerle “París”, entre nosotros suena más suave todavía.
Pero el tema se pone feo señores del Gobierno y lamentablemente para ustedes, el “Club” al que responden les exige mostrar a todos que la platita está, que la lucha de clases existe y que lo que está sucediendo en lo profundo de nuestro pueblo es que esa riqueza que ustedes quieren dilapidar en el “club” se la vamos a disputar palmo a palmo y pondremos bien alto la bandera contra el ajuste que dicho sea de paso está haciendo agua con exigencias de paritarias del 40%.
Aquí abajo no hay “club”, esta vez con minúsculas, nos ponemos serios y ustedes lo saben, aquí hay ¡trincheras y hogueras! ustedes lo sienten, las deudas con el pueblo ¡se pagan! y no sólo en lo económico, señores del gobierno lo pagarán por el daño moral, espiritual, por la vida indigna que nos hacen pasar cotidianamente como clase dominante y parte inseparable de la oligarquía financiera a quien rinden pleitesía.
Ustedes, el poder, manejan la “impaciencia” de los negocios, nosotros pueblo manejamos impacientemente la paciencia de ir fortaleciendo los caminos de la ¡revolución! que se están desplegando sin encubrir nuestro objetivo con frases del todo ridículas e impunes como el “Club de Paris”…eso sí…con todo “respeto” para no perder la “altura” literaria que nos proponen.