En la nueva revista que la empresa Volkswagen sacó para sus empleados el día 31 de julio, se deja ver claramente su objetivo.
Por un lado tiene la intención de seguir construyendo la idea de la gran familia, con fotos de los hijos de los trabajadores, toda la acción social que tiene la empresa (fundaciones, donaciones, etc.). Por el otro lado, en solo una nota de las tantas que tienen, hacen una entrevista al gerente ejecutivo de producción, Mario Rodríguez.
La nota se titula «El desafío de este año es bajar los costos«. No tiene desperdicio, con sólo 5 preguntas deja a las claras los planes que tienen y que son parte de los planes que tiene la oligarquía financiera para este año, y también hace caer los rumores que ellos mismos hicieron correr.
Plantea que la planta está a niveles de las demás plantas del consorcio (Latinoamérica), dice también «No tengo dudas que tiene capacidad. Somos la única planta de América del sur de vehículos haciendo la única Pickup de VW».
Otro de los párrafos que no tiene nada de desperdicio es el siguiente: «El primer semestre, las cuatro áreas de producción trabajaron solamente el 80% del tiempo en el tema de los costos. Quiero aclarar que bajar los costos quiere decir no perder producción y hacerlo lo más barato posible. Por ahora lo estamos consiguiendo pero la lucha va a seguir hasta fin de año…» y sigue «tenemos que conseguir hacer la mayor cantidad de autos posibles con los mismos costos fijos. Otro dato importante es la estabilidad de producción que se consiguió».
Está claro, producción estable hay, estamos a niveles tecnológicos iguales que la región, tenemos la única pickup de VW. Su objetivo: bajar los salarios.
Ese es el plan de ajuste que intenta llevar adelante la burguesía toda, los planes de suspensión no tienen otro fin que bajar los salarios, mantienen el volumen de producción e incrementan los ritmos de producción en los días que no se suspende y logran bajar los salarios con los días suspendidos.
Pero ellos tienen un problema que no manejan y que es el más importante y se deja ver en la última pregunta de la entrevista, dice «tenemos que entender que lo que hace la diferencia es la gente…» y sigue «… Hoy en día el 80% de las fallas de nuestros autos no son fallas técnicas, son detalles como rayas, un bollo, y eso lo mejora la gente»…
Lo único que no manejan es el estado de ánimo de los trabajadores, esa es su mayor debilidad. Lo intentan controlar con terror, con métodos de tinte fascistas en las plantas, papel que el gremio lleva a rajatabla. Grupos de militantes del gremio patrullando los baños, apretando a la gente, sembrando miedo. Pero la línea sigue moviendo, los ritmos no aflojan y los trabajadores esto lo ven.
Por eso, que no nos vengan con los lloriqueos de la crisis, porque ya sabemos que lo único que persiguen es mayor explotación y así, mantener sus ganancias.