No ha habido un solo medio periodístico nacional o provincial, que en el día de la fecha no haya destacado entre sus titulares que la siderúrgica Acindar y la autopartista Paraná Metal (ambas radicadas en la provincia de Santa Fé, específicamente en la zona de Villa Constitución) se “suman” a las suspensiones por “la acentuada caída de la demanda” o en su defecto, «porque la comercialización viene con tendencia a la baja»…
Frente a ello, el Gobierno de los monopolios a través de su jefe de Gabinete, Jorge Coqui Capitanich, trató de despegarse del “problema” señalando que las suspensiones son de «carácter transitorio», y que el Estado «preservará todos los derechos del trabajador y los salarios». (¿Creerá Capitanich que los argentinos vivimos en Alaska y desconocemos lo que nos pasa?…)
Todos ellos justifican lo que viene ocurriendo hablando de demanda y de estancamiento; cuando en realidad se trata de una burda extorsión para producir lo mismo (o más) empleando a menos trabajadores, o sea: mayor explotación. Las “paradas” en la producción no son más que una directa amenaza para los trabajadores contratados y para los trabajadores de las contratistas.
Y esto hay que analizarlo no sólo por lo que está ocurriendo en Acindar o Paraná Metal, sino viendo cómo se están manejando otras empresas multinacionales, vinculadas justamente a la producción de la siderurgia, el acero y las autopartes…
¡¡¡Si señor!!! Usted ha dado en el clavo: la “niña mimada del modelo” las automotrices (por citar un ejemplo concreto ya que en realidad esto está ocurriendo también en otras ramas de la producción) como General Motors (GM), Mercedes Benz, Toyota o Ford, mientras “paran” sus plantas o suspenden a sus trabajadores, anuncian “inversiones” millonarias para este año y para el año que viene.
GM: US$ 270 millones para sacar un nuevo modelo; Mercedes Benz: US$ 170 millones por lo mismo; Toyota: US$ 800 millones por ampliación de su planta y modelos nuevos; Ford continua con la inversión de US$ 1.000 millones que arranco el año pasado… y en la misma sintonía aparece Fiat, VW, y demás empresas “en crisis”.
Hoy mismo, el director de Lear señalaba en varios medios que “la empresa no está en crisis y que están apurados que empezar a producir”…
Queda clarito que más allá de cómo nos la quieren dibujar las empresas y su gobierno, cuando estas empresas desembolsan toda esa plata para ampliarse o instalar nuevas líneas, lo que aumenta por lógica es la producción; y lo que pretenden es hacerla con la misma cantidad o con menos cantidad de obreros. Esa es la verdad sobre todo esto.
Empresas que están “desvinculando” gente (qué sarcasmo, ¿no?) cada una a su manera, con jubilaciones anticipadas, retiros voluntarios, no renovación de contratos, etc., puestos de trabajo que en general no se recuperan, o se recuperan en parte, pero sumado a que la producción aumenta, indefectiblemente, implica una mayor explotación para los trabajadores que quedan. Aumentan sus ganancias, como aumenta el peso del trabajo en cada uno de sus trabajadores. Esta es la base hoy de sus planes de explotación.
Los capitales conque las grandes empresas alardean “inversiones” (presentándose como sacrificados hacedores del país) siempre salen del mismo lado: son generados con nuestro trabajo y apropiados por los capitalistas.
“Muchas empresas se la están llevando en pala”, dijo la señora presidenta hace poco tiempo… Muy bien, la pegó justito, tiene toda la razón del mundo. Entonces, que ahora la pongan y se dejen de extorsionar a los trabajadores.
Los que trabajamos tenemos en nuestras manos la generación de riquezas en todo este sistema, que es la producción. Allí radica la fuerza que tenemos y por eso no debemos dejarnos correr con un cuatro de copas: usemos nuestra fuerza para conquistar nuestros reclamos y no dejarnos avasallar.
Recomposición salarial, efectivización de compañeros, ampliación de puestos en sectores “tapados” de laburo, mejores condiciones en general para que realicemos nuestras tareas, son los ejes de la lucha con los que le pondremos un freno a toda esta extorsión, dejando al desnudo sus planes y maniobras de mayor explotación.