Loma Blanca, el pueblo de Jujuy que subió a la palestra cuando CFK montó en el escenario a los adorables niñitos Celeste y Fabricio, dos del contingente traído desde la provincia para utilizarlos en su circo personal y su “mega show” en la inauguración de la edición 2013 de Tecnópolis, hoy se suma, desde el proletariado, al escenario de la negada, por la burguesía, lucha de clases.
Se trata de la lucha de 180 trabajadores de la mina de borato Loma Blanca ubicada a 180 km de S.S.Jujuy y propiedad de fondos identificados con Canadá y Estados Unidos, bajo el nombre PROCESADORA DE BORATOS S.A.
El conflicto se desató debido a la modificación unilateral, por parte de la empresa, del régimen de trabajo acordado en diciembre del año pasado en forma conjunta y ante autoridades de la secretaría de Minería de la Provincia y la jueza de minas.
Mediante dicho acuerdo se había fijado una modalidad de 14 días de trabajo y 7 de descanso, lo cual se venía respetando hasta el mes pasado y ahora impusieron el trabajo de seis días (cada uno de ellos con 11 horas) y descanso de dos días, régimen que no da tiempo a los trabajadores ni de regresar a sus pueblos con su familia ni de recuperar fuerzas luego de las agotadores jornadas de trabajo.
Debido a ello, los obreros han paralizando la producción y cortado las rutas nacionales 52 y 40 habiéndose llegado al lugar sus esposas y sus hijos para sumarse a la lucha y también parte de la comunidad que apoya la reivindicación.
Los trabajadores denuncian asimismo que la empresa desconoce a los delegados elegidos por los trabajadores. También que, de las 11 horas de trabajo que impuso la empresa, paga 8 horas en blanco y el resto en negro como horas simples. A eso debe agregarse la falta en la entrega de la ropa de trabajo, elementos de seguridad, el mal trato y la falta de respeto por parte de la gerencia.
Como así también las inspecciones “truchas” de higiene y seguridad por parte del ministerio de trabajo que nunca se ha hecho presente en el terreno.
Y muy a pesar de las amenazas de cierre de la empresa por la “inconducta del personal”, los trabajadores aseguran que no bajarán los brazos hasta lograr el objetivo.