En alguna época, los aportes de los afiliados a los sindicatos tenían como objeto tener un fondo de huelga, para que en los momentos de conflictos, los trabajadores puedan seguir subsistiendo; también para algunos casos de movimiento u organización del mismo o usarlo para casos especiales, Hoy parece que esa acumulación sigue la misma lógica que la acumulación del capital de cualquier banco o financiera, para reproducirse, para aumentar su capital. Y el ser humano que trabaja en esa empresa, bien gracias.
En Sameep, una empresa del Chaco, como una más de las tantas que tiene nuestro país, tiene además varios sindicatos, que en vez de proteger a los intereses de los trabajadores, como era el objetivo por el que fueron creados, hoy no solo no hacen eso, sino que también son parte del deterioro de las condiciones de vida de los mismos, y de la usura propia de los bancos, financistas o fondos buitres muy de moda hoy. Ya que cobran intereses y el descuento de los mismos se hace por adelantado con el primer pago de la devolución. Mecanismo aprendido del FMI, parece, y amparado los descuentos con la empresa, en forma directa con el código de descuento en forma automática. Y convenios firmados que parecerían propios de economistas como Cavallo y abogados como Griesa.
Los intereses son casi los mismos que los usureros rompe rodillas. Solo que en estos casos no tienen necesidad de recurrir ni al temor ni al apriete, ya que el descuento es automático de los sueldos. Los dos sindicatos, mas una asociación, así como la mutual, todos, prestan plata a sus afiliados, pero nunca con el objetivo de solucionarles algún problema a los mismos, sino que con el aumentar sus ganancias como una empresa, como en el mejor de los bancos o fondos buitres, aprovechando la situación de crisis de nuestro pueblo.
Compañeros que cobran sueldos de 9 mil aproximadamente, llega solamente a sus bolsillos 2 mil, el resto son descuentos que tienen, por los sindicatos, asociaciones y mutual y alguna retención judicial por alimento en el caso de los separados. Hay casos emblemáticos donde algunos solo reciben entre 400 y 800 pesos. O sea que tienen que arrancar pidiendo prestado nuevamente. Esto pasa en un mas del 70 % del personal. Para pensar por un momento que el sueldo no alcanza.
Los sindicatos en otros tiempos aunque estuviese formado por burócratas o fachos no se hubiesen ni animado a realizar semejantes operaciones. Estos burócratas lejos de ruborizarse, se justifican, lejos de ponerse a la cabeza de los reclamos o necesidades, alientan la alienación, los llevan a realizar más y más horas extras, para embrutecernos más.
La salida a todas estas injusticias, es poner al Hombre en el centro de la solución de los problemas, que no sea ni los negocios ni el capital, mediante la unidad de todos los trabajadores, resolviendo esto en asambleas, en plena movilización, con democracia directa.
Los trabajadores nos merecemos más aumento de sueldo, mejores condiciones de trabajo y de vida.