El departamento de Añelo, en el centro-este de la provincia del Neuquén, tenía 1.400 habitantes en 2001. Hoy tiene 6.000 y se espera que llegue a 30.000 en 2030. Pero la infraestructura no se ha movido, no tiene hospital, ni cloacas, los bomberos tienen una sola autobomba… Con el desastre de Loma Campana se puso de manifiesto la falta de elementos esenciales: concurrieron con su autobomba y una ambulancia; y no es una zona donde nunca pasó nada, todo lo contrario, el mayor desastre de la cuenca neuquina fue en Filo Morado en 1988, un pozo se incendió y ardió durante 64 días.
Ahora, los empresarios se frotan las manos por los negocios que promete Vaca Muerta. La municipalidad de Añelo ya entregó terrenos del parque industrial local a 117 empresas (de servicio petrolero en su mayoría); estos terrenos no tienen, ni luz ni agua pero es tal el apuro tanto de las empresas como de los funcionarios que, con esta excusa, han vendido los terrenos a 18 pesos el metro cuadrado. Un regalo si se tiene en cuenta la magnitud de las empresas involucradas.
Se comenta que en estos momentos más de 7000 trabajadores pasan por la ruta provincial 7 frente a Añelo, en un movimiento incesante a toda hora. El incremento de la actividad es muy grande y va en aumento, acrecentando los problemas de infraestructura ya existentes.
Pasan porque no se pueden quedar a dormir en Añelo… Los “planes de viviendas” son 240 casas y 160 plateas, para que después los trabajadores se hagan su casa como puedan…
Se espera el ingreso, en lo inmediato, de 5000 trabajadores, pero no se sabe dónde van a vivir; se han proyectado barrios que están en una etapa de proyectos, pero hay que resolver el agua potable, y el resto de los servicios.
Y se habla de 40 a 60 mil puestos de trabajo. Los monopolios piensan en una actividad para 30 a 50 años… pensar que algunos dicen que esta explotación da pérdidas. La burguesía se las ingenia para distraer la atención, cacarean lejos del nido, acompañados por impresentables “progresistas” que le hacen el aguante.
En realidad lo único que están pensado es en la explotación de los recursos petroleros y gasíferos; las condiciones de vida de los trabajadores y su seguridad no le interesan ni a los empresarios ni a los funcionarios gubernamentales.
Añelo no tendrá, hospital, ni equipos de emergencia, ni cloacas, ni luz, ni agua potable, pero eso sí, ya tiene un casino… y al juego le siguen (como las cuatro cartas de la baraja) la prostitución, el alcohol y la droga.
Esta es la “propuesta” que ofrecen a los obreros para cuando salen del trabajo agobiante y estresante que implica estar laborando con la tierra que tiembla continuamente. Esto es lo único que el capitalismo puede ofrecer.
Ellos se frotan las manos por los negocios. Nosotros tenemos plena confianza en la fuerza que implica esa concentración de obreros industriales en un sector tan estratégico, cuando las ideas de un verdadero cambio comienzan a calar. Porque ahí, en sus entrañas, crecerá la revolución. Un proceso que tiene muchos años de historia, que se construye todos los días, y todas las noches.