Ese fue el canto triunfal de los asambleistas en las puertas de la legislatura el viernes 21/11 al cerrarse un nuevo intento de la burguesía de imponer un proyecto minero. Con la poblaciones de General Alvear y San Carlos movilizadas y cortando rutas desde tres días antes y con la polarización del bloque burgués tuvieron que rechazar y archivar el proyecto del gobierno de los monopolios.
Lo que parecía un proyecto limpio y sencillo como se quiso hacer creer desde los medios de desinformación de la burguesía, resultó ser un “caballo de Troya” que encubría la decidida intención de hacer ingresar por la ventana la mega minería en la provincia.
Hierro Indio es una vieja mina que por los años ’70 se dejó de explotar y se pretendía reactivar con este proyecto cuya Declaración de Impacto Ambiental (DIA) se caratulaba: “REACTIVACIÓN DE MINA” por lo cual de haberse aprobado este proyecto de ley, habría dado vía libre a la explotación sin más.
Los pueblos de la cuenca del Atuel atentos a la defensa de nuestros recursos naturales y bienes comunes no dudaron en alzar su vos primero y pasar a la acción después para oponerse a esta farsa.
El gobierno prominero tuvo su primera derrota al polarizarse el tratamiento en senadores, donde sólo pudo imponerse por un solo voto, lo que dejó en claro su debilidad y activó el rechazo de la población del sur mendocino que ganó las calles para manifestar su repudio a la media sanción.
Miles de personas en la calles de General Alvear desde ese mismo día (18/11) que se mantendrían movilizados con cortes de las rutas nacionales 143 y 188 en cuatro puntos estratégicos, a las que luego se agregaría el corte en la provincial 202 en San Rafael, fue el clima que empujó a adelantar el tratamiento en diputados de la pretendida ley que estaba previsto para la semana siguiente.
Así se llegó al viernes 21/11, como en el 2007 cuando se le arrancó la ley 7722 a la administración de Julio Cobos, con las rutas cortadas en el sur, a las que se sumaron los cortes de la ruta 40 en San Carlos, en el Valle de Uco, y la movilización de los asambleístas en todos los departamentos de la provincia, con la Legislatura sitiada por los pro mineros (aplaudidores contratados por la burocracia del gremio de los mineros) y por las asambleas del cono urbano. La farsa legislativa tuvo patas cortas y pudo más la gran movilización popular al civismo parlamentario burgués que no les dejó otra alternativa que rechazar el proyecto y mandarlo a archivo.
Un asambleísta que festejaba en la legislatura nos manifestaba: “…no es un triunfo legislativo, es un triunfo popular, es un triunfo de las asambleas del sur de la provincia y de la población que está sosteniendo los cortes… es un triunfo de la 7722 y es una advertencia a los empresarios que son cogobernantes que las leyes populares deben ser respetadas”.
Las asambleas de la cuenca del Atuel habían emitido un manifiesto con los fundamentos técnicos e históricos por lo que se oponían a este proyecto y cerraban con esta sentencia:
“… NO BAJAREMOS LOS BRAZOS ANTE LAS INSISTENTES EMBESTIDAS DE LAS EMPRESAS Y SUCESIVOS GOBIERNOS QUE PROPONEN LA MINERÍA COMO LA SOLUCIÓN A TODOS LOS MALES. LOS PUEBLOS TIENEN DERECHO A ELEGIR SU MODO DE VIDA Y ES LO QUE LA CUENCA DEL ATUEL ESTÁ DEFENDIENDO.
NO TIRAREMOS POR TIERRA TODO EL ESFUERZO QUE NUESTROS ANTEPASADOS HICIERON PARA CREAR ESTE OASIS PRODUCTIVO. SIEMPRE NOS ENCONTRARÁN SIN BANDERIAS POLÍTICAS, IDEOLÓGICAS O RELIGIOSAS EN LAS RUTAS, EN LA LEGISLATURA, EN LAS PLAZAS, EN LAS ESCUELAS, DONDE SEA NECESARIO, DICIENDO SÍ AL AGUA, SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA CONTAMINANTE”
Una vergonzosa derrota para el proyecto minero del capitalismo monopolista de Estado. Una vez más queda demostrado que la burguesía propone y la lucha de clases dispone.