La educación que impone el mundo capitalista, es la educación que necesita el capital financiero para reproducir su capital. En pocas palabras, el capitalismo a nivel global necesita educar a las nuevas generaciones en función de dos aspectos contradictorios, por un lado responder a la socialización de la producción y simultáneamente responder a una mayor concentración económica y centralización de capitales que permita seguir enriqueciendo a las minorías.
En el terreno de la educación de las nuevas generaciones hay que dar respuestas adecuadas a esta nueva situación y no es casual que ciertos países encabecen estos cambios sustanciales, entre ellos Japón.
Por estos días se ha divulgado con cierta idea de “progreso” y con aires de superación el devenir de la educación en el planeta y cómo ello intentará una respuesta a la mal trecha educación actual. Problema que no aqueja solo a nuestro pueblo sino que pareciera ser un denominador común cuando de lo que se trata es la dominación de una clase burguesa esencialmente parasitaria.
Están haciendo “alquimia” y han encontrado la fórmula “salvadora”, se trata en líneas generales de: Plan piloto llamado “Cambio Valiente” (Futoji no henko). Forma a los niños como “ciudadanos del mundo”, no como japoneses. En esas escuelas no se rinde culto a la bandera, no se canta el himno, no se vanagloria a héroes inventados por la historia. Los alumnos ya no creen que su país sea superior a otros por el solo hecho de haber nacido allí. Ya no irán a la guerra para defender los intereses económicos de los grupos de poder, disfrazados de “patriotismo”. Entenderán y aceptarán diferentes culturas, y sus horizontes serán globales, no nacionales.
El programa de doce años, está basado en los conceptos:
– Cero patriotismo.
– Cero materias de relleno.
– Cero tareas.
Solo tiene cinco materias, que son:
1.- Aritmética de Negocios: Las operaciones básicas y uso de calculadoras de negocio.
2.- Lectura: Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja, y terminan leyendo un libro por semana.
3.- Civismo: Entendiendo el civismo como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo, y el respeto a la ecología.
4.- Computación: Office, Internet, redes sociales y negocios on-line.
5.- Cuatro idiomas; Alfabetos, Culturas y Religiones: japonesa, americana, china y árabe, con visitas de intercambio a familias de cada país durante el verano.
A los ojos de un” desprevenido” progresismo, quienes más han reproducido este plan, parecería que una verdad a medias no es una gran mentira. Nosotros imaginamos una revolución socialista apuntando a una educación hacia la ruptura de fronteras, le daríamos una “guerra ideológica” al punto tres del plan que nos presentan, que en definitiva es el alma de este proyecto piloto de educación: La defensa a ultranza del sistema capitalista. Así mismo el resto de los puntos no le van en zaga como necesidad de una mayor monopolización planetaria.
Se trata entonces de barrer con una vieja educación más adecuada a un capitalismo de Estado que sobrevuela en el planeta y pasar audazmente a una educación internacionalizada que se subordine al Capitalismo Monopolista.
Adecuar la educación al Capitalismo Monopolista de Estado es hacer una nueva apuesta para reforzar la dominación de la clase burguesa sobre las nuevas generaciones.
Dentro del sistema estas cuestiones no son buenas ni malas, son necesidades del capital financiero y la historia los empuja hacia ese lado.
Pero en esos caprichos de la historia y la socialización de la producción que se está transitando empuja también sobre manera a cuestionar en los hechos el punto tres tan neurálgico para sostenerse como clase dominante.
Por un lado la punta de la cuerda que tira para adelante la historia de la humanidad necesita del socialismo y por ende una educación de otra calidad y por el otro lado una punta de la cuerda que tira para atrás (plan propuesto en Japón), que exige impostar conductas educativas que entran por la ventana de las sociedades humanas.
En éstas iniciativas de la clase dominante los revolucionarios del mundo cabalgaremos para poner sobre la mesa en el tema educativo el Internacionalismo proletario, estamos hablando que sabremos aprovechar las “bondades” de romper fronteras que nos propone el capital financiero pero sobre la base de nuevas relaciones de producción que necesitan entonces sí romper las verdaderas fronteras que nos han impuesto las clases dominantes.
Seguramente desde esa perspectiva histórica la socialización de la producción necesitará de una socialización educativa que rescate la cultura de cada pueblo, se potencie su peso específico, adquiera presencia individual y aporte a la humanidad desde su lugar de apego productivo.
Es de destacar que dentro de los objetivos planteados por este plan educativo consiste: “no vanagloriar a héroes inventados por la historia”. Con esto trabajarán sobre la idea del trabajo en equipo, del protagonismo del conjunto, de la empresa como “gran familia” escondiendo a quienes se llevan la mejor tajada de lo producido. Necesitan socializar la producción para competir y lograr sus objetivos de ganancia. Tienen que educar así pero no pueden resolver la contradicción que genera esa base material. Cada vez más queda a la vista de las mayorías el enriquecimientos de unos pocos sobre esa base de “gran familia” empleada en la gran industria. Liquidar la idea de “héroes” nos facilita las cosas en el camino de la revolución, pone sobre la mesa la idea de una revolución socialista sobre la base material de la producción que requiere entonces sí la plena movilización de las masas que no requiere de liderazgos personales que se corresponden a una etapa pasada del Capitalismo. No se “inventaron” los héroes, lo que se ocultaron en todo caso fue el protagonismo de los pueblos en la historia.