El sistema capitalista tiene como objetivo central generar más capital, sólo los negocios les interesan; por ende, todo lo que genera es miseria, explotación, marginación… Esto se da en el marco de una continua lucha de clases, a veces muy solapada, y en otras, abierta y franca.
Esta lucha, en cada enfrentamiento va generando niveles de conciencia, objetivas o intuitivas, y lo que primero va destruyendo o llevando a crisis son las instituciones de la burguesía. Las instituciones represivas, las instituciones políticas de representatividad, las instituciones educativas, la de la salud… todas están en crisis.
Una a una, van entrando en crisis, porque lo único que les interesa es hacer negocios, aumentar el capital.
En la salud, en vez de curar, o mantener sana a las personas, extraen más ganancias, más dinero… Ejemplos tenemos miles: tomemos el caso del Mal de Chagas, producido por la vinchuca, y en donde los afectados son en su altísimo porcentaje, pobres. Datos que presentó un cardiólogo (Rubén Galup) que fue investigar este mal, y que estuvo durante 5 meses internado en El Impenetrable, saca como conclusión lo siguiente: “Las estadísticas dicen que hay dos millones y medio de infectados; pero yo creo y puedo respaldar que hay cinco millones. Y que es una enfermedad que genera más de diez muertes por día a nivel país”. Hace observaciones como: “A los enfermos, a los chagásicos, se los trata igual que a los niños abusados: se les cose el culo y se los manda de vuelta a la cama del violador. De nada me sirve que yo cure a un paciente del Impenetrable en una etapa aguda de la enfermedad si después lo mando a dormir en el mismo rancho donde se enfermó y donde la vinchuca volverá a picarlo”. Galup duda de que “realmente se quiera termina con el negocio del chagas. Si quisieran hacerlo, si cualquiera con algo de decisión quisiera hacerlo, se haría”.
En este año, para fumigar y prevenir habían ideado una mega operación donde iban a invertir 3 millones de pesos. Una verdadera miseria basados en 2,5 millones de infectados (estadística de 1980, cuando éramos 24 millones) apenas alcanza a 1 peso con 20 centavos.
Pero si asumimos que ya hay 5 millones de infectados, la “inversión” es de 60 centavos por paciente. Igual, el “mega operativo” que tenía como objetivo fumigar la mayoría de las casas en El Impenetrable se desactivó apenas comenzado, ya que no llegaban las partidas para los sueldos de los fumigadores, para las máquinas, para la movilización de los mismos, etc. Sólo se fumigaron unas mil casas de las 10 mil que estaban programadas. Como dato, de las 1000 casas fumigadas, 400 fueron hechas por los vecinos y pobladores de Sauzalito y Comandante Frias, que ya tenían experiencia en estos trabajos. Además, hay que fumigar como mínimo cada 4 meses, hasta erradicar o controlar al vector (vinchuca).
Hace casi cien años, Salvador Maza y Miguel Jörg, ya habían planteado como tratar de neutralizar este mal. Hoy, muchas enfermedades creídas desaparecidas siguen matando a miles de personas, la base es la pobreza. Es “preferible”, ponerle un marcapaso al enfermo para monitorear su corazón, que sale unos 20 mil dólares, que gastar en prevenir la misma. Detrás de estos 20 mil dólares más los remedios para curar hay laboratorios y grupos económicos, que se han adueñado del Estado y hacen suculentos negocios a costa de la salud de los seres humanos.
Estas son las cosas que en la lucha contra nuestro enemigo de clase, los revolucionarios con el pueblo al que pertenecemos tendremos que ir haciéndonos cargo desde ya; porque la revolución ¡ya está en marcha!