Nuevamente en los portales de la burguesia, sacan a relucir sus estadísticas. En este caso son datos relacionados a la conflictividad laborar durante el 2014. En el informe describen que dicha conflictividad tuvo un pronunciado aumento, pero claro, la burguesía no da puntada sin hilo y enmarca esa conflictividad en un año de recesión, con suspensiones en diversos sectores de la industria y una creciente inflación. Más allá de esa visión que quieren imponer las estadísticas «hablan por sí solas».
«Los paros se incrementaron un 87% anual, debido a los reclamos de aumentos salariales, según un informe de la consultora Tendencias Económicas».
Lo que quieren tapar es la verdadera lucha de clases y la disposición de los trabajadores que ya no se comen el sapo y están dispuestos a ir por más, tal es el punto que en un año, según este mismo informe, «los despidos crecieron un 85%, debido a la reducción de la producción a tono con la fuerte baja de las ventas, en un contexto en el que además hubo subas en los costos empresarios». El incremento en los conflictos no fueron lo central ni despidos ni las suspensiones, sino la lucha por aumento salarial.
Está claro que, por más que la burguesía intente tapar los conflictos y encausarlos desde un punto de vista defensivo para los trabajadores, la lucha de clases marca los ritmos y nos demuestra hasta en sus estadísticas que las luchas cada vez se agudizan más y es notoria la necesidad de verter las ideas de la revolución y de la posibilidad de construir un mejor mundo. Hoy no nos dignifica el trabajo sino la búsqueda de una vida digna.
La burguesía propone, la lucha de clase dispone.