La lucha, decisión y disponibilidad de los trabajadores a no dejar pasar el ajuste sobre los salarios, realizado a través de la inflación del paso año, ha demolido las aspiraciones de la burguesía en cuanto al techo del 26% para las paritarias del presente año.
El 40%, sin vueltas, es la meta que se esta instalando en el seno de las masas trabajadoras, lo que ha producido un nuevo y duro escenario de negociación para el poder.
Pero que estén jaqueados en todos los flancos no significa que permanentemente no estén buscando y ensayado formas de como “embarrar la cancha” para bloquear las iniciativas de los trabajadores.
Este es el caso de Jujuy, tiempos pasados, uno de los reinos de la política feudal, hasta que los trabajadores salieron a las calles, donde a días de comenzar las negociaciones salariales, la legislatura aprobó una nueva ley de paritarias para la provincia que viola todos los derechos conquistados por los trabajadores en décadas.
La misma se da en el marco de largas luchas, las cuales los políticos burgueses califican de “abusivas”, y que hoy se cristalizan en la convergencia en el reclamo de $ 9.000.- para el salario mínimo.
La nueva ley, que nos retrotraen –entre otras- a los días negros de las dictaduras, limita la participación de los gremios en la discusión de paritarias sólo a los sindicatos con personería gremial. Es de destacar que el Ministerio de Trabajo de la Nación, hace años que no otorga esa legalidad a los gremios, principalmente a los estatales; dejando fuera a nuevas y legítimas organizaciones gremiales.
Obliga a los gremios a no realizar medidas de fuerzas mientras estén abiertas las negociaciones paritarias.
Obliga al Poder Ejecutivo provincial y los titulares de los departamentos ejecutivos municipales, a no pagar los días no trabajados como consecuencia de las medidas de acción directa.
Más allá de esta monstruosa ley, de lo que realmente se trata es de cambiar el eje de la movilización y reclamo salarial, cambiarlo por la lucha por los derechos y su correspondiente vía muerta judicial, -cosa que muchas superestructuras sindicales ven como tabla de salvación para sacarse las presiones de sus bases por el salario- y en ultima instancia, “si la mano de los trabajadores viene pesada”, negociar derechos por salarios.
Pero como hace décadas se dijo “la burguesía propone y la lucha dispone”. Hoy los trabajadores desconocen de hecho la nueva ley y se disponen, en las calles, a no dejar pasar ni una de sus aplicaciones y redoblan la apuesta por los 9000$ de básico. 40% de aumento sin vueltas y ningún derecho se negocia.