Varios conflictos se han sucedido en lo que va del año en La Matanza, y como ya sabemos no los vamos a ver, escuchar, ni leer en ningún medio oficial u opositor, como mucho una distorsión de los mismos o una noticia a medias.
Sólo por dar algunos ejemplos en estos primeros días de la semana, se están dando el paro docente por un aumento real del salario, no acatando la conciliación obligatoria y rechazando la oferta mentirosa del gobierno provincial. También los trabajadores de la salud del Hospital Simplemente Evita de González Catán están realizando un paro en reclamo de un 40% de aumento en un pago, pase a planta del personal contratado y para que el gobierno provincial se haga cargo del impuesto a las ganancias hasta su derogación.
También los vecinos del Barrio Mercedes del km. 44 están acampando firmemente en las puertas de la Planta Klaukol de Virrey del Pino, denunciando contaminación y enfermedad de los habitantes de la zona y también el no cumplimiento de dicha empresa de otorgar 3 litros de agua por día a cada vecino y los cambios que debe realizar para dejar de contaminar, determinado por Acumar (Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo).
Además, los vecinos de La Ferrere están en estado de alerta y movilización. A casi un año de la gran inundación que sufrieron por la desidia y abandono del Estado, en lo que va del año ya se inundaron 3 veces y reclaman inversión e infraestructura.
Lo real es que todos los días pasan cosas, movilizaciones y conflictos, es el pueblo que lucha contra todo lo que lo aqueja y por la dignidad. Cada lucha es un mojón, un aprendizaje, una experiencia y un avance en conciencia, y pasa a ser el nuevo piso para el nuevo enfrentamiento.
Ante esta situación es necesario seguir dando pasos en la unidad y en la discusión de hacia dónde vamos y qué país, qué sociedad pretendemos, de cuál es la salida definitiva para conquistar nuestra dignidad.