1- El viernes 6 de marzo los choferes de colectivos de la ciudad de Neuquén paralizaron todas las unidades durante 12 horas porque se venció el plazo para el depósito de los sueldos de febrero y el dinero no estaba.
Los medios de comunicación calificaron de sorpresivo el paro.
Pero lo sorpresivo fue que Nación no depositó los subsidios, lo sorpresivo fue que la municipalidad no aportó el suyo,…¿ y la empresa ? La empresa no aportó su ganancia sorpresivamente también.
Después de idas y venidas se depositaron los salarios y se reanudó el servicio, pero la bronca continúa porque sorpresivamente liquidaron con errores en contra del bolsillo de los trabajadores.
2- Los problemas por la falta de bancos en las escuelas y el no inicio de clases, ahora atribuido a las autoridades, es moneda corriente en Neuquén como así también en Río Negro. En el barrio Balsa las perlas las autoridades muy sueltas de cuerpo dijeron que las clases comenzarían en julio (sic). La movilización no se hizo esperar y las autoridades, tanto de educación como de obras públicas, bajaron la fecha al 15 de mayo, lo que tampoco conformó a los vecinos ( un niño de unos doce años les espetó “¡¿Qué?! ¿Voy a ser viejo para poder ir a la escuela…?)
Hipócritamente las autoridades se sonrieron y huyeron del barrio en sus autos y camionetas importadas no sin antes recibir un certero huevazo.
3- El gremio petrolero llamó a una reunión informativa a los trabajadores en Añelo y los retó porque estaban faltando mucho. Según Pereya el ausentismo es de un 15 % cuando debería ser de un 3 ó 4 %.
Nosotros nos preguntamos si los ritmos de 12 hs. diarias con veinte días en el campo a la intemperie, con un sol abrasador en medio del desierto patagónico como es la zona de Vaca Muerta por ejemplo, no tendrá que ver con el ausentismo. Nos lo preguntamos nosotros porque ni las empresas, ni el gremio, ni las autoridades laborales o médicas se lo preguntan.
Mandan a un gerente de recursos humanos, porque eso es Pereyra, un alcahuete de los monopolios, arte y parte de la explotación de los trabajadores. Lo mandan a poner algo de «orden» entre los laburantes.
También nos preguntamos, si han tenido que recurrir al secretario general del gremio, ¿será porque el ausentismo está organizado?