Publicamos un nuevo volante nacional del PRT. Convocamos a difundirlo y hacerlo circular en cada lugar de trabajo, en cada barrio; allí en donde los trabajadores y el pueblo están buscando los caminos para una salida revolucionaria, frente a la inhumanidad de este sistema.
» Todos los politiqueros de la burguesía, del color que sean, están sumergidos en sus problemas, en su crisis. Nos taladran la cabeza con las elecciones (con sus promesas, con sus millonarias publicidades y sus palabras huecas), porque es la única forma que encuentran para tratar de salvar su institucionalidad, y sobre todo, legitimar la explotación y el saqueo, un verdadero despojo a lo que millones generamos con nuestro trabajo. Todos ellos están detrás de lo mismo: lo único que nos “proponen” es que “elijamos bien a la hora de votar”; están desesperados porque saben que NO generan ninguna expectativa de cambio, y que la sensación generalizada es que esto no da para más. Porque nuestro problema es nuestra vida, lo que tenemos que resolver cada día, en nuestra casa, con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo. La plata alcanza cada vez menos. El aplastamiento de nuestros salarios (la baja de la masa salarial, por todos los medios y maniobras posibles) es parte fundamental del plan que tiene la burguesía, gane quien gane las elecciones. Por eso, el reclamo unificado de –como mínimo- un 40% de aumento salarial ya y de una, es un golpe directo al corazón de quienes detentan el poder: los monopolios. Los trabajadores y el pueblo tenemos que instalar nuestros problemas, debemos tomar las riendas de nuestro destino. Podemos como clase, dar pasos importantes en la construcción de una salida revolucionaria, que termine con toda esta indignidad de un sistema inhumano, como lo es el capitalismo. Vivimos un ascenso sostenido de esta confrontación. Enfrentémoslos cada vez más organizados, unidos, desde cada lugar de trabajo. No hay que inventar nada. Nuestra fuerza está en las metodologías y organizaciones que ya se vienen desarrollando en cada asamblea; en donde la autoconvocatoria y la democracia directa son su principal sostén. Que nada de lo que ellos nos tiran, nos saque de nuestros objetivos como trabajadores y como pueblo. Desde esa fortaleza, podemos conquistar todo lo que nos propongamos.»