Se va terminando el mes de mayo de 2015, mes histórico para el PRT porque es el mes en que se cumplen los 50 años del Partido, así como también hemos podido editar El Combatiente número mil.
Distintas actividades desarrolló y desarrolla el Partido en todo el país para celebrar tan importantes hitos. En ese marco, en Avellaneda, en el sur del conurbano bonaerense, un conjunto de compañeros tomamos la decisión política de hacer un mural conmemorativo. Pero la decisión política era que el mural no fuera sólo una pintada y nada más, sino queríamos que fuera un hecho político, así que lo hicimos comprometiendo a militantes, simpatizantes, amigos y agrupaciones afines.
El lugar elegido fue la intersección de la colectora de la autopista Buenos Aires – La Plata e Iguazú, lugar donde hay muchos depósitos y pequeños talleres, así como también cada día pasan cientos de miles de trabajadores. La idea era no hacer UN boceto del mural, sino mezclar varios bocetos y estilos en el mismo mural, que cada compañero y compañera pudiera volcar su intereses e ideas, un mural colectivo incluso en su resultado plástico. El mural demandó en total tres jornadas: en la primera se blanqueó la pared con látex (día 16 de mayo), y en las otras dos se confeccionó el mural (17 y 24).
La idea fue simbolizar que el PRT estuvo presente en estos 50 años en las luchas del pueblo; y que, con aciertos o errores, nunca traicionó las esperanzas de miles de compañeros sino que, por el contrario, siempre estuvo honestamente al lado de las masas, de sus luchas, de sus padecimientos y de sus alegrías. Preponderante lugar ocupa el rostro de Mario Roberto Santucho, quién simboliza a tantos compañeros que en los setenta dejaron todo lo que tenían, incluso la vida, luchando por un mundo mejor. Y también es testimonio de que nosotros, en este 2015, compañeros de aquella época y jóvenes de hoy, levantamos sus banderas e ideales, y también vamos a dejar todo por alcanzar una vida digna. Como dice la canción “el que murió peleando vive en cada compañero” y nosotros tenemos presentes hoy en cada volanteada, en cada pintada, en cada pueblada o toma de fábrica que participamos, a todos los que nos precedieron.
El clima en el que se desarrolló la actividad fue de total fraternidad, muchos automovilistas (llegamos a contar más de diez) tocaban bocina cuando nos veían pintado el mural. Incluso uno bajo de su camioneta y nos pidió materiales del partido a los militantes del PRT, y ayuda para hacer un mural a los compañeros del Colectivo Contramuro, grupo de excepcionales muralistas populares, que nos dieron una gran mano.
Especial agradecimiento a los amigos que nos guardaron los materiales para que se nos hiciera más sencilla la logística. Así como a los compañeros del Colectivo Contramuro que con su experiencia y conocimiento acumulado sobre este tipo de actividades, hicieron posible que el mural se desarrollara rápida y correctamente; así también por su calidez humana y su compromiso con la actividad.
Esto no es sólo la concreción de un mural, es la demostración de que hay un Partido que ha sido coherente con su historia y con su lucha; la misma que hoy sigue llevando adelante, no sólo contra un gobierno, no sólo contra los monopolios, sino contra el sistema capitalista que los agrupa, manteniendo la claridad en sus ideas y convicciones ideológicas, Marxista-Leninista, las mismas que llevaron a su fundación un 25 de mayo de 1965, para ser el Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Hoy seguimos profundizando los ideales de la revolución socialista, de la lucha por el poder, de construir las herramientas que posibiliten tal triunfo y avanzar en el desarrollo de la sociedad humana.