Un afectado por las inundaciones en la zona de Luján manifestó: “El domingo en el medio del agua, vinieron para que fuéramos a votar; casi sacaban a caballito a la gente. Hoy lunes, no hay nadie”.
Como en otras ocasiones, las instituciones estatales muestran su verdadera cara. Y una vez más, el espíritu solidario y la organización que anidan en nuestro pueblo muestran que solamente por abajo se encara la verdadera ayuda para los afectados.
Porque el Estado de los monopolios y todas sus fuerzas políticas son una maquinaria perfecta a la hora de cumplir con el engaño de las “libertades democráticas”, libertades de las que supuestamente gozan las mayorías para emitir un voto y “elegir” pero de las que carecen a la hora de vivir con dignidad.
Las inundaciones en el noroeste de Buenos Aires y el sur de Santa Fe ratifican una política del Estado, que todos los gobiernos cumplen a rajatabla, en la que están primero los negocios inmobiliarios, la sojización y, como parte integrante intrínseca, la corrupción de los gobernantes y funcionarios que a la hora de la tragedia parlotean con una impudicia que provoca el rechazo más visceral. Los que denuncian al sistema hablan de las obras que no se hicieron. Nadie habla de las «obras» que se hicieron y generaron los desvíos y taponamientos de los cursos de agua naturales. El capitalismo tiene sus leyes de población las cuales son caóticas como el mismo sistema.
Tan grande como ese rechazo es la capacidad de nuestro pueblo para organizar la ayuda en forma autoconvocada, bien lejos de las instituciones de la burguesía, no sólo porque éstas son absolutamente inútiles sino (y sobre todo) porque ensucian todo lo que tocan.
La gran experiencia del pueblo argentino y sus organizaciones genuinas hacen que esta caracterización de la realidad política sea inmensamente mayoritaria y cómo se organiza, se colecta y se distribuye la ayuda pone en marcha una maquinaria popular que sustituye la podrida e inoperante maquinaria estatal de la burguesía.
Nuestro Partido pone a su militancia, simpatizantes, allegados y amigos a disposición de la emergencia y promueve y colabora con las iniciativas en marcha y generando nuevas iniciativas.
El eje movilizador del momento es organizar la ayuda a los inundados junto a nuestro pueblo, en el camino de fortalecer la verdadera organización popular que es la única en condiciones de responder ante la catástrofe.