En la medida que avanzan los días, el carácter monopolista del gobierno macrista revela su verdadero rostro al recorrer el camino del enfrentamiento abierto con el proletariado industrial y trabajadores en general.
Como venimos sosteniendo desde todos los medios de nuestra propaganda, la intención de abaratar los costos salariales es la estrategia central de los monopolios enla Argentina, acorde a la misma estrategia que llevan adelante en el planeta. Las condiciones políticas y sociales que caracterizan el movimiento de luchas en nuestro país, su sostenido avance y alza, y la determinación del movimiento de masas en general, y el proletariado en particular, son el talón de Aquiles que sufre dicha estrategia.
Sin embargo, la burguesía monopolista no ceja ni cejará en llevar estos planes a la práctica echando mano a la extorsión y el chantaje en la medida que sus intentos de disciplinar la rebeldía de los trabajadores no logran los resultados necesarios.
Las medidas extorsivas van desde las amenazas y la concreción de suspensiones, despidos, atrasos en el pago de salarios y aguinaldos; en una palabra, intentos vanos por amedrentar y doblegar las aspiraciones de lucha y de conquista que se expresan en un sentimiento unánime que atraviesa a todos los trabajadores: No querer ni permitir que la crisis de la burguesía caiga sobre las espaldas del pueblo.
Allí donde no pueden imponer sus políticas, deben ceder ante los reclamos; así pasó en el INTI, cuyos trabajadores lograron un bono de fin de año de $ 6.900, y en el gremio aceitero, donde las patronales debieron otorgar un bono de $ 15.614.
Allí donde pueden avanzar, cesantean y suspenden como modo de doblegar a los trabajadores. También en esos casos, la firme determinación de las organizaciones obreras y populares pone en jaque a los monopolios. El domingo 10 de enero, toda la población de Jepenner, localidad cercana a Coronel Brandsen en la provincia de Buenos Aires, se movilizó por el despido de 60 obreros de la planta de Peugeot ubicada en ese lugar; en la empresa Felsom (fábrica de ropa de la marca Kevingston) suspendió por 60 días a sus trabajadores, los que se movilizaron al Ministerio de Trabajo; en Azul, por los 100 despedidos en Cerámica San Lorenzo, se realizaron piquetes y paros en las plantas de esa empresa en Puerto Madryn Y Villa Mercedes; los trabajadores de Radio América llevan adelante medidas de fuerza por el atraso salarial. Y aclaramos que nos estamos refiriendo a hechos de los últimos cuatro días, y que los mismos no son más que una pequeña demostración del estado de ánimo que reina en las masas trabajadoras.
La preocupación central de los monopolios y su gobierno pasa entonces por doblegar este estado de movilización y luchas, teniendo por delante el llamado a un “acuerdo social” en el que pretenden fijar un techo a las demandas salariales. Lejos están de su objetivo; más allá de los ejemplos concretos, la tendencia general, y que no amaga a retroceder, es la que describimos: una burguesía deseosa de descargar sus planes contra los intereses obreros y populares y a la vez impotentes de lograr amedrentar y quebrar la lucha y la organización.
Esta contienda política de fondo es el escenario central de la lucha de clases en nuestro país. De allí que para afrontarla es necesario ahondar y profundizar las políticas independientes del proletariado y de todo el pueblo. Debemos nacionalizar los puntos de unidad política que le dé curso a la rebeldía en marcha ya no sólo para enfrentar a los planes de la burguesía monopolista sino para avanzar en la construcción de la alternativa de lucha revolucionaria por donde se unifiquen los intereses generales de todo el pueblo argentino.
- Pelear por un aumento salarial con un piso del 50% todo junto y sin cuotas.
- Rechazar cualquier medida que signifique mayor productividad por igual salario.
- Movilizarnos contra los aumentos de productos y servicios básicos.
- Organización: Vayamos unificando fuerzas en todo el país en pos de estos puntos, creando nuestras propias organizaciones de todo tipo. Desarrollar y generalizar nuestras nuevas instituciones: asambleas soberanas en cada lugar de trabajo, en parques industriales y zonas, independientes del Estado burgués y su coro de instituciones al servicio de los monopolios (sindicatos burócratas, partidos burgueses, funcionarios y todo supuesto representante puesto para tomar decisiones a espaldas o por encima de los trabajadores y el pueblo).
- Metodología:La Autoconvocatoria ya instituida en cada lucha y el ejercicio de la democracia directa.