Con el afán de contener la bronca y el hartazgo de las masas, producto del brutal ajuste, mucho es el esfuerzo que por estos días viene haciendo la burguesía a trevés de sus medios de comunicación (en particular en Córdoba) a partir de la visita del presidente Macri a esa ciudad. El objetivo era claro: instalar la idea que la inversión de 500 millones de dólares que la automotriz Fiat Chrysler Automóviles Argentina (FCA) hará en la planta de Ferreyra, es la primera de miles de inversiones que vendrán a partir de las medidas que se han venido tomando desde el gobierno.
Pero la realidad es totalmente distinta y por más esfuerzos que hagan no lo pueden ocultar. Para graficarlo, vamos a repasar lo que el presidente experimentó en su visita a dicha ciudad.
En el anuncio de inversión de la automotriz, experimentó la desolación de un acto en el que sólo participaron el intendente, el gobernador, el CEO de la empresa y un puñado de jefes y supervisores de la misma, en un parque industrial que cuenta con al menos unos 6.000 obreros que le dieron la espalda.
En la reunión del foro de intendentes radicales en la localidad de Río Ceballos, (donde el presidente suponía que jugaba de local como decían algunos periodistas) se llevó un chasco: cuando en un acto de demagogia y populismo se bajó del auto para saludar a los vecinos, una de las vecinas que estaban allí para cuestionarle que nada ha hecho para solucionar los problemas de las localidades afectadas por las inundaciones, lo increpó hasta el punto de llegar a empujarlo… En pocos segundos tuvo que subirse rápido al vehículo, rodeado de policías.
En cuanto a la presentación del nuevo director de FADEA, Ercole Felippa (también director de la empresa láctea Manfrey) tenían preparado un emotivo acto en el que buscarían diferenciarse de la corrupción del kirchnerismo, que dejó a la fábrica de aviones con un déficit de 1.400 millones.
Pero lo tuvieron que suspender, aludiendo “a las malas condiciones climáticas que impedían el vuelo del Pampa III”. La realidad es que en esa fábrica también existe una situación explosiva, con un proletariado qué no pierde la iniciativa ante el intento de disciplinamiento por parte de la empresa.
En estos párrafos se sintetiza la verdad de la fugaz visita del presidente a Córdoba.
Por un lado, los monopolios y sus gobiernos desolados y repudiados; y por el otro, las masas aumentando su acción y deliberación de lo que se viene, producto del agravamiento en las condiciones de vida. Siendo además permeables a nuevas políticas que apunten a que los distintos sectores (tales como los proletarios, estudiantiles, comerciantes, barriadas enteras) sean los precursores de la unidad y la masividad para frenar el ajuste y potenciar la idea de una salida revolucionaria.