“Se comunica a los usuarios que las líneas 269, 395, 166, 395, 441 y 443 de la empresa 216 que la misma está de paro en este momento por un ataque a un chofer donde lo apuñalaron hoy (por este domingo) a la mañana temprano en recorrido de Moreno de la línea 269”. Choferes de la línea.
Fue el comunicado los choferes de la line 216 luego de que el trabajador Diego Sequiera fuera atacado a puñaladas mientras conducía la unidad en servicio el pasado domingo.
Este nuevo ataque, hay que recordar que en noviembre del pasado 2015 otro chofer de la misma empresa fue gravemente herido en la misma situación, ya forma parte de la violencia cotidiana a la que se deben enfrentar cotidianamente todos los trabajadores.
Pero no solo los trabajadores del transporte son víctimas de este tipo de delito.
Al tiempo que ocurrían estos lamentables hechos nos llegaban unas líneas escritas por un trabajador del transporte que transcribimos en parte:
“La cámara empresaria del transporte y el gobierno se reunió para decretar el aumento del 100% del boleto en general.
Pero el gobierno escuchó a los empresarios que requirieron solo, para no recibir subsidios, el boleto a $ 12 ó $ 13 en su valor mínimo.
En medio de la disputa, los trabajadores del transporte, sufrimos los arreglos lamentables del gremio con el gobierno anterior y el actual.
En los últimos años del gobierno de Cristina fuimos perdiendo ostensible valor adquisitivo a costa de la gran inflación existente, y en las últimas paritarias el gremio sale a defender como éxito un mentiroso 29%
El 10% de enero ya estaba arreglado en las paritarias del 2015, el 10% de junio y el 9% de diciembre lo dicen todo.
Solo se consiguió por algunos meses una suma fija no remunerativa de $ 2.000 que con los descuentos se redujo a $ 1.890 y bastante menos para el personal administrativo.
Hay mucha bronca, los trabajadores resistimos y cada vez retiramos adelantos muchísimo antes de cobrar el sueldo.”
Estos aberrantes y escandalosos hechos forman parte del acelerado deterioro de las condiciones de trabajo y del salario de los trabajadores del transporte.
Hoy los trabajadores del transporte se encuentran bajo fuego cruzado: por un lado son carne de cañón de las empresas que los obligan a prestar servicio arriesgando sus vidas cotidianamente solo para garantizar las ganancias de las propias empresas y de todo el capitalismo; y por otro, su salario es entregado “atado de patas y manos” por los “traidores de siempre”, a los grupos que dominan el sector.
Pero, al igual que en toda la historia, los trabajadores no se encuentran con los brazos cruzados pues desde la unidad y la organización se preparan para hacer sonar el escarmiento.