Desde el pasado viernes 1º de Julio, el conflicto en El Tabacal ha adquirido el carácter de enfrentamiento clasista de fondo.
Por un lado, la empresa Seaboard Corporation, propietaria de Tabacal Agroindustria, asumiendo la representación de su clase, la oligarquía financiera, intenta disciplinar a los trabajadores instalando, de hecho, el cuarto turno y la reducción salarial. Por otro lado, los trabajadores que -con firmeza y decisión- exigen el 43% de aumento salarial, rechazan de plano el cuarto turno y reclaman la reincorporación de los despedidos el pasado año. (Ver nota del 27/06/2016 en esta misma página).
El día 30 de junio, los trabajadores deciden en asamblea un paro de brazos caídos, con asistencia a los lugares de trabajo de 4 horas por turno, día por medio, por tiempo indeterminado, en todos los sectores.
El 1º de Julio, los trabajadores toman las plantas para garantizar la medida de fuerza. La empresa y su Estado responden con la ilegalidad de la medida y el cierre total de las actividades en la empresa y el no pago de los salarios de los días trabajados.
El 3 de Julio, la empresa no permite entrar a trabajar a los obreros para garantizar los servicios básicos y en un acto terrorista, corta el suministro de agua potable al pueblo de San Martin del Tabacal, donde viven gran parte de los trabajadores. Comienza la evacuación del pueblo.
El día 4, frente al lock-out patronal y la paralización de la zafra, los trabajadores ligados a las actividades del campo cortan la ruta nacional 50, frente al ingreso a Orán.
El día 5, el gobierno “premia” al sector azucarero ampliando la cuota de exportación de azúcar crudo a los EEUU a 51.000 toneladas.
El día 6, en clara medida de extorsión, la empresa declara que pagará los salarios adeudados a quienes ingresen a trabajar. El Estado, “ausente” en el cumplimiento de los derechos de los trabajadores.
El día 7, en la conciliación del Ministerio de Trabajo, los trabajadores rechazan la propuesta de la empresa de imponer la conciliación obligatoria sobre el cuarto turno, dejando afuera la cuestión salarial. Camioneros se manifiestan frente a la planchada de El Tabacal, exigiendo la solución del conflicto y el reinicio de la zafra.
En casi un mes que lleva el conflicto, los trabajadores han tenido que soportar el embate de la empresa monopólica, que ha cortado los suministros básicos para la vida a parte de la población, ha denostado y difamado a través de su aparato comunicacional, ha lanzado a su Estado y a su gobierno a la coerción y el apriete, utilizando a las corporaciones sindicales indirectamente implicadas en el conflicto, para desgastar la lucha.
La decisión a la lucha contra la arrogancia explotadora ha hecho que aún “la moneda este en el aire” en esta lucha en defensa de toda la clase trabajadora. Y exige de parte de todos los trabajadores la más amplia difusión del conflicto y la solidaridad política, para romper el aislamiento y transformar esta lucha en una victoria de todos.