En el diario del Cronista Comercial de hoy puede leerse esta noticia: «Otro tema en el que avanzarán es en la cooperación en áreas de Seguridad y Defensa. Por un lado, Estados Unidos espera más participación de Argentina en las misiones de paz. El ministro de Defensa, Julio Martínez, anunció ayer que Argentina enviará 70 observadores militares a Colombia, luego de que Bogotá firme con las FARC el cese del fuego bilateral.
Por el otro, también hablarán sobre los Centros de Fusión de Inteligencia que implementó el gobierno de Macri, en el que las cuatro fuerzas de seguridad (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria) comparten información de inteligencia. Desde que ganó Cambiemos, Estados Unidos asesoró a Argentina en este plan, una iniciativa que desarrolló Washington tras el ataque a las Torres Gemelas en 2001”…
En realidad lo que viene ha hacer a la Argentina el Canciller Norteamericano John Kerry, es adecuar el Estado a las necesidades del sistema.
Es en ese marco que la seguridad y la inteligencia que se requiere para garantizar la dominación de la clase burguesa en el poder imponen en la hora actual cambios sustanciales.
La centralización de la Inteligencia se corresponde con la necesidad de sostener el sistema capitalista en su época imperialista que lleva el sello de la “globalización”.
El Estado Argentino debe garantizar y comprometerse en el plano internacional en la defensa de intereses monopólicos que están sujetos a las luchas de los pueblos, y como dice el refrán “primero hay que empezar por casa”.
Si bien el anuncio es público en sus partes más sobresalientes, nada se sabe ni sabremos de su implementación, es “inteligencia” y entre gallos y media noche el Estado de la burguesía monopolista fortalece una institución represiva ascendiendo un escalón y comprometiendo la verdadera seguridad de más de cuarenta millones de argentinos.
Nada es casual. El sistema capitalista viene desplegando en el mundo y simultáneamente guerras que van adoptando forma de tercera guerra mundial, los intereses enfrentados interburgueses están sometidos a la lucha de clases y al interés común de los pueblos en sus diversas luchas por la dignidad.
Este viaje viene a cerrar por arriba, es decir por el Estado, lo que por abajo nuestro pueblo rechaza y rechazará ante el menor amague de participación tanto en nuestro país como en el contexto internacional de cualquier aventura represiva.
Por otro lado nos va indicando que la verdadera seguridad que necesita nuestro pueblo no la puede esperar de este Estado comprometido en la defensa de intereses imperialistas sino que la seguridad que implica defensa de intereses del pueblo se sostiene con la plena movilización popular y la organización que requiere contra la violencia del sistema capitalista impuesto. Se trata de ir profundizando la experiencia que se ha desplegado durante muchos años en donde la movilización a la que hacemos referencia en las diversas formas que adoptó, pacíficas y violentas garantizo al menos por instantes una dualidad de poder en donde las instituciones del pueblo lograron doblegar a las instituciones del Estado con una masividad inusitada.