Con el Foro de Negocios que se está llevando a cabo en Buenos Aires, la burguesía monopolista intenta (una vez más, y van…) atar el futuro del país y de sus habitantes con su propio futuro como clase.
La burguesía, en palabras de los gobernantes y empresarios participantes en ese encuentro, pide que nos subamos todos al mismo barco en el medio de una descomunal tormenta; la clase dominante será el comandante de la nave, mientras los trabajadores y demás sectores populares seremos los grumetes y marineros que haremos todo lo que la comandancia necesite para sacar el barco a flote. Llegados a puerto, la burguesía seguirá adelante con sus negocios y ganancias fabulosas, mientras los que vivimos de un trabajo no veremos más que mayores privaciones y esfuerzos para, simplemente, sobrevivir en la inhumana carrera de la vida en el capitalismo.
Infraestructura, producción, inversiones, negocios. Grandes objetivos que no mencionan siquiera a quienes lo harán posible. Porque, como ya dijéramos en otras oportunidades, la burguesía no produce nada de lo que consumimos; somos los trabajadores los que hacemos realidad los productos, las obras, los servicios, mientras los burgueses se llevan la ganancia a sus bolsillos.
“A confesión de parte, relevo de prueba”, dice un famoso dicho. Trascribimos a continuación algunas declaraciones de los empresarios participantes de este encuentro el poder monopolista.
– «En el país, tenemos oportunidades en muchos sectores. Quiero subrayar la agricultura, la energía, la infraestructura, los servicios»… “Falta infraestructura, como construcción, viviendas y toda la cadena de valor que está alrededor de la industria automotriz». (Paolo Rocca, Grupo Techint).
– «Nosotros teníamos ya antes rentabilidad enla Argentina, pero el problema era que no nos dejaban girar utilidades. Ahora eso empezó a cambiar»… «Por eso, veo una oportunidad inmensa en este país para poder invertir». (Andrew Liveris, presidente de Dow).
– «Recientemente anunciamos que estamos abriendo nuestra exportación a toda América latina y eso nos permitirá crecer más rápido». (Steve St. Angelo, director ejecutivo para América Latina y el Caribe de Toyota).
– “Este es un país donde hay mucho talento, capital humano y natural y grandes oportunidades. Es un punto muy importante para nuestro desarrollo». (Martin Sorrell, director ejecutivo de WPP).
-La Argentinaes muy importante para nosotros y el país es un gran generador de talentos». (Muhtar Kent, presidente y CEO global de Coca-Cola).
Como se puede apreciar, todas las afirmaciones de estos empresarios hacen único eje en las oportunidades de negocios y ganancias de sus empresas. Su preocupación central es qué inversiones hará el Estado monoplista argentino para garantizar que sus “inversiones” sean rentables en el menor tiempo posible. El país y sus habitantes, que sería el barco y los tripulantes del ejemplo anterior, sólo son tenidos en cuenta para sacar a la burguesía monopolista de la crisis que atraviesa a nivel mundial. Ni más ni menos.
Vale agregar que del encuentro participaron todos los ministros y funcionarios del gobierno nacional, además de los gobernadores de las provincias tanto oficialistas como opositoras. A la hora de la explotación, la burguesía monopolista no repara en color político alguno.
Paralelamente al encuentro empresario, en el día de ayer el gobierno nacional le anticipó a senadores y diputados de la oposición el proyecto de modificación del impuesto a la s ganancias, a tratarse con el presupuesto 2017. Allí, se adelantó que las escalas serán modificadas pero que se aumentará el piso a partir del cual se pague el impuesto; de esta forma, serán muy pocos los trabajadores que dejen de pagar el impuesto. Nuevamente, “a confesión de parte, relevo de prueba”.
Mientras a los empresarios se les garantiza el mejor de los mundos para sus negocios, los trabajadores, además de generar las ganancias que la burguesía se apropia, seguiremos pagando el impuesto al salario. Está más que claro a quién beneficia la bondad del capitalismo.
Este es el único plan que sostiene la burguesía monopolista en la Argentina: atraer inversiones garantizando la explotación cada vez mayor de los trabajadores y la opresión a los sectores populares.
Para que nuestro destino no esté atado al destino de dominación que nos augura la burguesía en el poder, los trabajadores y el pueblo debemos tomar en nuestras manos las riendas de nuestras vidas y nuestros futuros. Nuestro porvenir no depende de lo que la burguesía monopolista planee, sino de la construcción de un proyecto político propio en el que la clase obrera y el pueblo barra con la clase que nos explota y oprime para ser constructores y protagonistas reales de nuestro presente y nuestro futuro. Para ello tenemos que seguir profundizando el camino de nuestra independencia política, antagónica a los designios burgueses.