Publicamos un nuevo artículo que forma parte de los Boletines Fabriles del PRT (que están siendo editados y distribuidos en diferentes centros de trabajo y parques industriales), con el objetivo de fortalecer una política independiente de la clase obrera y las herramientas políticas que necesitamos los trabajadores. Esta vez, una nota de A la mesa de Relevo, Boletín de los trabajadores de la automotriz VW.
«A modo de presentación: este boletín y por eso el nombre, tiene la intención de llevar una posición diferente a la que estamos acostumbrados a escuchar. Como sabemos, en las mesas de relevo compartimos charlas, comidas, jugamos a las cartas, leemos el diario, organizamos los asados y el fútbol. Hablamos con nuestros compañeros, nos escuchamos y cada uno da su opinión con respecto a la situación que vivimos en la fábrica y en nuestras vidas. La mesa de relevo es nuestro pequeño lugar de «libertad» fuera de la línea.
Hace ya bastante tiempo que no hay espacio para poder opinar, proponer y decidir sobre los problemas que tenemos como trabajadores de Volkswagen. Creemos que es fundamental, para poder empezar a resolverlos, escuchar y debatir otros puntos de vista y que ese pensar de las mayorías se imponga en las decisiones a tomar.
Es común en la vida cotidiana que, a pesar de ser obreros, terminemos debatiendo en base a las necesidades que Volkswagen tiene de mejorar la productividad y de realizar sus millonarios negocios. El objetivo de este boletín es transmitir una posición que haga eje en las reales necesidades que tenemos como clase obrera y desnudar las mentiras que tiran para seguir haciendo de las suyas.
¿Sobran 600?… NO, LO QUE LES SOBRA ES PLATA
En el voraz intento de los monopolios en el país de aumentar la productividad y bajar los salarios para incrementar aún más sus ganancias a costa del pueblo, es que en particular VW nos extorsiona con que «sobran» 600 obreros tirándonos esto sobre la mesa, para que el problema lo agarramos nosotros.
Nuestras necesidades lejos están de eso, ya que en el transcurso de este año y hasta el día de hoy, la línea de producción está andando a full y no contentos con eso siguen «optimizando» puestos, o sea, más explotación para cada uno de nosotros. El bajo poder adquisitivo del salario, los extenuantes ritmos de producción, el alargamiento de la jornada, la no toma de decisiones en verdaderas asambleas por sectores con el protagonismo de las mayorías y así innumerables motivos para explayarse de lo que sí son nuestras necesidades.
Mienten cuando dicen que esto no es rentable, mienten cuando dicen que la planta Pacheco da pérdidas. Mienten porque esa es la forma de dominación que tienen los dueños de los medios de producción, porque deben esconder el robo permanente que nos hacen, cuando somos nosotros los que -poniendo el lomo día a día- vemos pasar millones y millones de dólares frente a nuestras narices y quieren que sólo la veamos pasar.»