Días atrás comentábamos la intención de Acindar de achicar puestos de trabajo sin modificar las producciones. Claro intento de flexibilización, en sintonía con el mensaje constante de todas las multinacionales en la voz de sus Ceos en el gobierno: “hay que ser más competitivos y productivos”.
Este mensaje es rechazado y enfrentado por los trabajadores en todo el país, obligando incluso a los putrefactos gordos de la CGT a tener que anunciar la movilización (¿paro? NO!!!!, todavía no es tiempo…) del 7 de marzo en rechazo a los ajustes y medidas que están dejando miles de compañeros en la calle. Este mensaje se ve que cala hondo en la burocracia, para avanzar en sus propios planes.
El día viernes, nos sacudía una noticia: el sindicato de la UOM había echado de la Obra Social a 4 compañeros, una de ellas de 35 años de antigüedad, que había entrado desde el inicio de la misma.
“Escribo esto con los ojos mojados y sin saber bien si va a llegar a las manos de alguien que pueda ayudarnos. Pero confiando que así puede ser, mis manos siguen escribiendo con la rabia y desesperación que aún tengo en mi cuerpo”… “El día viernes 24 de febrero de 2017 las personas que hoy están a cargo del sindicato de la ciudad. Pablo González y su grupo directivo. Me piden que me quede después de hora que necesitaban hablar conmigo. Junto a mi entraron tres compañeros más. Hasta ese momento creí que lo peor que podría pasarme era que cercenaran mi posibilidad de seguir estudiando, sin embargo, pasó algo mucho peor. El motivo de la reunión era para notificarme sobre mi despido sin causas, ni antecedente alguno”…“Escribo estas líneas desde la tristeza y la indignación, porque siempre creí que los sindicatos servían para defender a los trabajadores de los abusos y las injusticias laborales, pero cuando es el mismo sindicato que comete esos abusos, ¿a quién recurrir?”… “Los despidos concretados por la directiva de la Lista Blanca son totalmente arbitrarios, eligieron a dedo a quién sacarse de encima. Son totalmente ilegales, ya que no enviaron ningún telegrama de pre-aviso. Hoy en día desconozco mi situación legal, me despidieron verbalmente, pero no hay nada escrito que conste eso, lo cual acrecienta mi incertidumbre”.
Este es el extracto de una carta que se viralizó por las redes, escrita por una compañera despedida. En su descargo la directiva adujo la “herencia recibida de la gestión anterior” que los obliga a este achique… y que los “anteriores despidieron y nadie dijo nada, y ellos si despidieron por discriminación”. Abriendo ellos mismos la sospecha que los despidos son por ser compañera de, sobrino de, politiquería barata y ajuste de cuentas jugando con la vida y el futuro de familias enteras.
Lo más tragicómico -por así decirlo- es que en el medio de asambleas donde esta “dirigencia” intentaba explicar a los compañeros cómo pensaban enfrentar el intento de flexibilización por parte de la empresa en los sectores. Ante la interpelación de los cumpas, tuvieron que empezar a explicar sus propias flexibilizaciones.
Esta es una muestra más de cómo nos ven estos burócratas, traidores de la clase.: como una mercancía más.
Como explicaba en la carta la compañera, los despidos fueron verbales, por lo tanto, este miércoles se prepara una movida en las puertas de la mutual, en acompañamiento a los despedidos.
La histórica solidaridad y conciencia de clase de la ciudad de Villa Constitución se hará presente en las puertas de la Obra Social, que paradójicamente nació por las históricas luchas y la entrega de los metalúrgicos y el pueblo de Villa y que hoy, estos burócratas pretenden borrar de un plumazo, amparados en su miserable y efímera cuota de poder.