El día miércoles 4, el gremio ATILRA de la industria lechera, convocó a sus afiliados a una asamblea en Capital Federal, donde se determió un paro por tiempo indeterminado, que se llevó a cabo al otro día. Pero ninguna asamblea fue convocada cuando el secretario general decidió arbitrariamente levantar el paro en menos de 24 hs., tras ceder ante el hostigamiento del gobierno para abrir el convenio colectivo de trabajo.
El conflicto se da en el marco de la crisis de Sancor, donde el gobierno intenta culpabilizar a los trabajadores de la industria láctea diciendo que sus sueldos son «muy altos» y por lo tanto, ese sería el motivo de crisis de la rentabilidad empresaria. Una burda mentira con el claro objetivo de intentar avanzar sobre las conquistas logradas para bajar salarios y flexibilizar aun mas el trabajo.
Una vez más, estamos frente a un nuevo intento del gobierno para avanzar sobre los trabajadores. En este caso, Macri, pretende hacer efectivo lo que ya habían anunciado al inicio de su mandato de revisar todos los convenios colectivos de trabajo, con el único fin de aumentar las ganancias de los empresarios.
Una abierta declaración de guerra a toda la clase obrera, que ya tuvo su resultado en el gremio petrolero, con la complicidad del sindicato que entregó el convenio colectivo de trabajo y en «común acuerdo» flexibilizaron las modalidades de trabajo en desmedro de los trabajadores petroleros. Ahora quieren avanzar sobre los trabajadores lecheros para dejar precedente y así intentar avanzar sobre los demás sectores.
Dentro de este mismo plan de gobierno, también tuvo lugar el acuerdo con el sindicato automotriz para avanzar sobre las suspensiones, los despidos y la reducción de personal. Como así también en los gremios textiles y de electrónica, donde pretenden revisar y reformular el convenio colectivo de trabajo. El factor común que se da en todos los casos es nada más y nada menos que la actitud entreguista de los burócratas sindicales.
En el caso de la industria láctea, donde se intenta dar una nueva vuelta de rosca el consejo directivo del sindicato ya dio su primer indicio, bajándose del conflicto, levantando el paro y acordando con el gobierno abrir el convenio colectivo de trabajo para revisar y reformular los siguientes puntos: licencia por mudanza y matrimonio, horas extras, accidentes y enfermedades inculpables, presentismo y asistencia, regímenes de escalas por renuncia, trabajos por turnos, revisión de categorías, trabajo de multitareas o polifuncionalidad y otros ítems que refieren a la modalidad de trabajo.
¿DE QUIEN DEPENDERÁ FRENAR ESTE ATROPELLO?
Frente a esta situación no hay otro camino que organizarse y dar pelea desde las bases. Es allí donde radica el poder real de la clase obrera cuando se dispone a dar batalla. En el corazón de la producción y la ganancia capitalista. Es necesario y urgente organizar asambleas por sector, ya sea en el mismo lugar de trabajo, en los descansos, en los vestuarios, para ir preparando acciones que si son pequeñas o grandes, lo trascendente será el nivel de masividad y participación de los trabajadores en esta contienda. Es la hora de hacer efectivo el cuestionamiento a las burocracias sindicales y al atropello capitalista. Es la hora de LA REBELIÓN DE LAS BASES.