Los pasados días del 30 y 31 de mayo se realizó la Expo Empleo Joven 2017 en la Sociedad Rural, presentada por el Gobierno de la Ciudad a través de la Dirección General de Políticas de la Juventud. ¿En qué consiste la propuesta que lleva adelante el gobierno por medio de esta exposición? Según los propios dichos de los funcionarios, hacer de nexo entre las empresas y los trabajadores desocupados, o aquellos jóvenes que se incorporan al mundo del trabajo, al mejor estilo “agencia de recursos humanos”.
Sin embargo, nos encontramos con la cruda realidad: asistimos al triste espectáculo de miles de jóvenes de entre 18 y 29 años en interminable cola, sosteniendo la esperanza de conseguir un empleo en alguna de las 200 empresas líderes que formaron parte del circo mediático montado por el gobierno de los monopolios. Detrás de la propuesta fantástica referida a poder transitar por una “rica experiencia laboral”, se oculta el verdadero interés de la burguesía monopolista de promover trabajos basura y precarización laboral.
Más que propulsar la inserción en el mundo del trabajo y el desarrollo del “talento”, de lo que se trata es de darle un estatuto legal y de consenso al hecho de que las grandes empresas están dispuestas a ofrecer puestos de trabajo que garanticen la maximización de sus ganancias a costa del esfuerzo inhumano de miles de nuevos trabajadores que se ven obligados a aceptar condiciones laborales indignantes, bajos salarios e inestabilidad en el empleo.
Es decir, se aprovechan de las condiciones de necesidad de miles de jóvenes que no encuentran opciones de desarrollo personal en el marco de la lógica feroz de la súper explotación promovida por el sistema capitalista de producción. Eso es lo que buscan sostener todas las iniciativas del gobierno, que transita por la senda de la flexibilización laboral y el aumento de la productividad, dada la altísima concentración de capitales que se manifiesta a nivel planetario.
El plan de la burguesía explotadora es muy claro: obtener mayor plusvalía de cada trabajador, precarizando las condiciones de trabajo al reducir la masa salarial. Bajando los costos de producción, y en especial el salario, podrán obtener mayores ganancias.
A eso apuntan las iniciativas del estilo de la Expo Empleo Joven: proporcionar mano de obra barata para las grandes empresas. Así queda al desnudo el verdadero papel del Estado como garante de los intereses de una clase: la oligarquía financiera.
El Estado no es otra cosa que una herramienta de la clase dominante para mantenerse en el poder y obtener mayores ganancias a costa del pueblo trabajador. No existe conciliación posible entre la clase trabajadora y la burguesía. Por ello, frente a la embestida de la clase dominante, debemos imponer la fuerza de la lucha del pueblo trabajador organizado y dispuesto a sostener esta lucha de clases hasta lograr la victoria.
Ellos, tratan de conciliar, de hacernos creer que el orden que proponen es el único orden posible para vivir en sociedad. Pero lo que ellos plantean (lo sabemos muy bien en virtud de la experiencia cotidiana) que pertenece al terreno de la fantasía: cuanto mejor les va y más ganancias acumulan, más paupérrima es la condición de vida del pueblo trabajador, más inhumano se vuelve el trabajo, mayor es la angustia que se experimenta ante la indignidad que se deriva de tales formas de alienación.
Entonces, el único camino posible es el de la lucha revolucionaria, porque para alcanzar una vida digna y libre para el conjunto del proletariado hay que destruir al Estado burgués, socavando sus putrefactas instituciones.
Y aquí cobra capital interés la construcción de una Corriente Sindical Revolucionaria, que derribe todo el viejo sindicalismo traidor y coloque a la democracia directa como metodología de organización, donde los trabajadores seamos quienes tomemos las decisiones. Desarrollar esas organizaciones amplias, y disputar el poder a los grandes monopolios, es la tarea indelegable de los revolucionarios.