Evidentemente las tormentas de la semana pasada no pudieron dejar otra cosa que mas miseria. Hace años ya que no se hacen obras hídricas y que toda esa plata que tenia dicho objetivo se destina para otro lado. Esto se traduce en subsidios a las multinacionales por ejemplo. Mientras los medios de la burguesía taparon las pantallas con el huracán Irma en EEUU, intentando desviar las miradas, solo en el Conurbano Bonaerense miles de familias evacuando, rescatando cada vestimenta, mueble, yendo a parar a las escuelas públicas más cercanas, como sucede con cada temporal, lo pierden todo. Lo mismo se dio en muchas provincias donde se da un calco de dicha situación y cada vez que se dan estos temporales.
¡¡Qué bien viene esto para las campañas electorales!!
Como ya sabemos la incansable solidaridad de nuestro pueblo es muy grande y la ayuda no se hace esperar cuando suceden estos hechos. Se organizan campañas de donaciones, festivales de forma autoconvocada para juntar ropa, alimentos, etc., con el único interés de ayudar a las personas que lo necesiten.
Pero, ¿Qué hace el oportunismo político? Mientras que en el afuera, muy lejos de los lujos y el bienestar económico, el pueblo solo sufre y padece la desidia, el abandono y el empezar de nuevo o de cero, los políticos solo piensan en sus campañas electorales, en el bienestar de ellos mismos y los de su clase.
Lejos de la bronca que sentimos como pueblo cuando pasan estas cosas, los políticos lo ven como una posibilidad más para llevar agua para su molino, para sus campañas, aunque tengan que salpicarse con un poco de barro frente a las cámaras de sus medios. Arrancan con sus discursos y promesas a futuro y toda la cantaleta que ya conocemos y no tienen cabida. Miran al cielo y le echan la culpa a la lluvia para desviar su responsabilidad, cuando todos sabemos que si las obras estuvieran, el pueblo no padecería esto.
Por ello decimos que el Estado es el responsable principal de que ocurran estos hechos, porque no les importa, porque el bienestar del pueblo no es su prioridad, porque para ellos el negocio está por delante de todo y aunque ellos son los que deben garantizar las obras que sean necesarias para que esto no ocurra, de la manera que lo hagan es exigiéndoles con unidad y lucha y arrancándoles las obras como tantos ejemplos hay en nuestro país.
Que la bronca se exprese en organización y lucha, nuestras familias no tienen por qué seguir aguantando lo evitable. Hagamos asambleas por barrio, para salir a la calle, a la municipalidad, a donde sea y exigir lo que nos corresponde.