Al día de hoy más de 110.000 usuarios de las empresas Edesur y Edenor, que distribuyen la energía eléctrica en Capital y Gran Buenos, se encuentran sin luz.
Esto ocurre luego de que el gobierno de Mauricio Macri llevara adelante una política sostenida de la rebaja de los subsidios estatales a dichas compañías y autorizara aumentos que, desde principios de 2016, ya superan ampliamente el 300% de incremento.
Producto de los aumentos tarifarios las acciones de las empresas que cotizan en bolsa no han parado de subir porque, además de los aumentos de tarifas, el Estado Nacional condonó una deuda millonaria que las distribuidoras tenían con CAMMESA (empresa estatal que provee la energía para luego ser distribuida).
Debe recordarse que durante el gobierno anterior la excusa esgrimida para justificar los cortes de luz era, precisamente, el “congelamiento” tarifario, que no era tal dado que las empresas recibieron millonadas de pesos en subsidios y esos recursos nunca fueron utilizados para el mejoramiento del sistema. Hoy, con los aumentos de tarifas y el perdón de deudas multimillonarias, los cortes se siguen produciendo y, lo que es peor, el reestablecimiento del servicio demora días porque los cortes son producto de la falta de inversión para mejorar la red, por lo que se confirma que siguen poniendo parche sobre parche a pesar de las impresionantes ganancias obtenidas y a obtener, dado que los aumentos de tarifas seguirán en febrero y noviembre de este año.
Tampoco se puede dejar de lado quiénes son los accionistas principales de estas empresas. En Edenor tenemos a Marcelo Mindlin, “empresario estrella” del actual gobierno que nos tiene acostumbrado a noticias de inversiones en otras áreas de la economía; una de ellas fue la compra de la constructora IECSA, nave insignia de las empresas de la familia presidencial dedicada a la obra pública. En Edesur, uno de los accionistas es Nicolás Caputo, empresario y amigo íntimo de Macri que monopoliza la obra pública en la ciudad de Buenos Aires desde que el PRO es gobierno allí y ahora hace las suyas en el ámbito nacional.
Empresarios “amigos” o más favorecidos no es novedad alguna. Los vicios que tanto criticaban los que hoy son gobierno cuando no lo eran, son “vicios” propios del capitalismo y la corruptela que conlleva el sistema de explotación.
La injusticia de sufrir cortes de luz con 40 grados de calor, mientras los dueños de las empresas se pavonean en sus vacaciones en Punta del Este, es una más de las injusticias a las que nos someten los monopolios y su gobierno cotidianamente. Un acto de estricta justicia sería exponer a Mindlin y a Caputo a estar 48/72 horas sin luz mientras llaman al servicio de emergencias que, como debe ser, no resuelve ninguna emergencia.
Para la burguesía y sus voceros, eso sería un acto “terrorista”. Tan acostumbrados que están a la impunidad y la soberbia de los poderosos.
Que miles de compatriotas deban sobrevivir sin energía eléctrica en pleno siglo XXI, es para ellos un “problema” que se irá resolviendo en la medida que el Estado a su servicio les siga garantizando millonarios dividendos.
Así entiende las leyes y la justicia la burguesía monopolista.
Para las masas populares la ley y la justicia sólo se logran con el ejercicio de la lucha y la movilización, y ese camino es el que se viene profundizando día tras día.