El conflicto que mantienen los trabajadores del INTI hoy ha dado un nuevo salto en calidad luego de haber sido levantado el “lock out” patronal que duro 10 días, donde se le impedía la libre circulación al personal del instituto, que se encontraba realizando una permanencia pacífica en la sede del Parque Tecnológico Migueletes. La unidad y masividad adquiridas en la permanencia, tanto dentro del instituto como sobre la colectora de Av. General Paz, y el contundente paro realizado por las dependencias del interior del país, quebró el desgaste que pretendía imponer el gobierno nacional.
Con las puertas abiertas del instituto, ayer miércoles se realizó una asamblea en la que participaron más de 1.000 trabajadores, donde se votó un paro hasta el día viernes inclusive, mantener la permanencia día y noche, conformar una comitiva amplia para acudir a las mesas de negociación con el mandato de reincorporar a los 258 trabajadores despedidos y de someter cualquier acta de reunión “ad referéndum” de la asamblea general. Como parte de las resoluciones también se incluye la coordinación entre el sindicato y el personal jerárquico para ejercer presión sobre el gobierno en la solución del conflicto.
Si por algo se caracterizó la asamblea fue por la enorme participación del conjunto de los trabajadores, quienes durante todo el fin de semana largo sostuvo múltiples asambleas de sector elaborando mociones para ser elevadas a la asamblea general y leyéndolas colectivamente en la misma, como forma de visibilizar el enorme grado de compromiso de cada compañero en la elaboración, discusión y ejecución de los pasos a seguir.
El conflicto del INTI se ha transformado en una de las puntas de lanza de los trabajadores estatales en particular, y de nuestro pueblo en general, que pujan por derrotar la política de despidos y ajuste. La contundencia del paro conseguido gracias a la enorme unidad de los trabajadores quiebra de lleno la intransigencia de las autoridades del INTI, quienes recurren a desesperados recursos para quebrar el conflicto. La última novedad ha sido un correo emitido a todos los trabajadores anunciando el descuento de los días caídos. Pretenden apagar un incendio agregándole nafta a la hoguera. Lejos de amedrentar a los trabajadores, este tipo de iniciativas de la gerencia dan una muestra más sobre la debilidad del enemigo. Son manotazos de ahogado que, en lugar de quebrar el conflicto, lo fortalecen, porque evidencian el daño que le produce al gobierno las medidas de fuerza tomadas.
La contundencia, tanto de la asamblea general, de las intervenciones organizadas de los sectores de trabajo, así como la masividad del paro, son históricas en más de 60 años de existencia del instituto.
Estos despidos se producen en un marco de reestructuración general del instituto producto de la intervención de una empresa de origen vasco, “Tecnalia”, íntimamente ligada a lo más concentrado de la oligarquía financiera. El plan de reestructuración, o “masterplan”, consiste básicamente en el desguace del instituto, el saqueo del conocimiento acumulado y la privatización de áreas enteras para realizar negocios rápidos con empresas “amigas” de ese sector del capital. Por este motivo, los trabajadores del INTI entienden que no pueden dejar pasar estos 258 despidos, puesto que forman parte de una primera tanda de reducción de personal y destrucción generalizada de todos y cada uno de los puestos de trabajo.