El día lunes 19 de febrero hubo una reunión entre representantes de los trabajadores del INTI y funcionarios de Modernización, en las oficinas de ese organismo. Allí las autoridades políticas del Instituto exigieron el levantamiento de la huelga decidida la semana anterior, votada y acatada por una aplastante mayoría, y la negociación caso por caso de los despidos.
Por supuesto, allí terminaron las conversaciones debido a que el mandato de los trabajadores era y es la anulación de los despidos.
El conflicto ha entrado en un andarivel político en el que las autoridades se empantanan cada día un poco más. Porque a pesar de los aprietes a los directores de los centros, con amenazas de pérdida de sus puestos de trabajo, el chantaje de descontar los días de huelga (el lunes 19 de febrero el gerente Mariano Ortega envió un mail solicitando los datos del personal que adhirió a la medida), los trabajadores del INTI redoblan el estado de movilización y de asambleas para frenar lo que ya nadie puede ocultar: detrás de los 258 despidos se viene el desguace y la entrega del Instituto al capital monopolista trasnacional. Al mismo tiempo el enfrentamiento que encontró el gobierno nacional en este conflicto, que ha impedido llevar adelante sus planes con un conflicto próximo a cumplir un mes, pone tela de juicio sus planes para el resto de las áreas del Estado en donde se quiere avanzar en el mismo sentido.
Todos los datos que se siguen conociendo sobre la entrega del INTI a Tecnalia (ver nota del 14 de febrero pasado) confirman que el negociado se había puesto en marcha y que el enfrentamiento presentado por los trabajadores lo ha dado a conocer y, lo más importante, lo ha frenado.
El día 30 de diciembre de 2017, con factura P81-17-0071, Tecnalia le cobró al INTI la suma de 295.000 euros en concepto de “Diseño de Master Plan I+D para INTI Argentina”. Esa cantidad de euros equivale a un poco más de $ 7.610.000; ello equivale a unos 320 sueldos promedios que paga el organismo estatal argentino. Una mirada superficial podría concluir que con el ahorro de los 258 despedidos se pagaron los servicios de la multinacional vasca, y no sería incorrecto. Pero sabemos que esto va más allá de un ahorro presupuestario o de una asignación más eficiente de los recursos. Ese pago realizado a Tecnalia en diciembre implica entregar al capital monopolista la potestad de desarrollar un plan a la medida de los intereses que las multinacionales y su gobierno quieren beneficiar, por lo que el INTI tal cual funciona hoy no les sirve. Necesitan destruirlo.
Al mismo tiempo se conoce que en 2011 Tecnalia organizó una conferencia bianual sobre Vigilancia e Inteligencia Sistemática, en la que participó Mario Alfredo Sandoval (alias Churrasco), un represor de la ESMA al que la justicia argentina pide extraditar por el secuestro y desaparición del estudiante de arquitectura Hernán Abriata. Este personaje se instaló en Francia luego de la caída de la dictadura y se dedicó a vender su experiencia en inteligencia a empresas con el nombre de “Inteligencia Territorial”; es decir, la inteligencia puesta al servicio directo de las necesidades de las empresas. Tal vez “Churrasco” Sandoval ya esté asesorando a las autoridades del INTI a la hora de identificar a los huelguistas (tarea sencilla dado que la gran mayoría de los trabajadores están en huelga) y siendo parte de los aprietes y amenazas a las que han echado para intentar quebrar la lucha, sin resultados.
La huelga de los trabajadores del INTI, además de ejemplar, está hoy a la vanguardia de la resistencia obrera y popular contra los planes de los monopolios y su gobierno. Así debe ser tomada por el conjunto de los trabajadores y sectores populares; el triunfo de los trabajadores del INTI significará un triunfo de todo el movimiento de luchas, que se da a lo largo y ancho de la Argentina, al tiempo que será una derrota política del gobierno nacional.
La clase obrera y el pueblo necesitamos que la lucha del INTI triunfe y para ello debemos acompañarla, rodearla y difundirla.