La lucha de clases, cuando se tensa y agudiza, genera un tembladeral en las clases dominantes, sus gobiernos y sus satélites de toda índole, poniendo a la luz y desgranando las esenciales intenciones e intereses que se juegan en el gran tablero de la lucha intermonopólica. Allí, los juegos y posiciones mediáticas hacen agua y los nervios empujan hacia la superficie lo que se esconde en tal lucha de intereses.
Esto viene a cuento de una noticia publicada en el día de hoy por Tiempo Argentino, que si bien no descubre nada de lo que ya se leía con anterioridad entrelineas en el conflicto del INTI, sí viene a confirmar las denuncias vertidas por los propios trabajadores de INTI, que detrás de los despidos (o como parte de ellos) estaba el desguace y privatización de dicha institución. En tal nota, la UIA hace pública una carta al Secretario de Comercio Miguel Braum en la que expresa 14 puntos que el gobierno deberá respetar en las negociaciones entre la Unión Europea y el MERCOSUR en el famoso Acuerdo de Libre Comercio. Dentro de tales 14 puntos figura la entrega del INTI donde en la carta plantean: “El INTI juega un rol central en la economía local y es una de esas áreas públicas que no se pueden delegar en manos privadas. Hay que desarrollar un Instituto que defienda la soberanía productiva”.
Según este mismo diario, Miguel Ponce, Director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, relacionó el desguace del organismo “con la intención de Cambiemos de ir al libre comercio con Europa y que en ese marco se da la intervención de la empresa vasca TECNALIA en la vida del Instituto (INTI)…justo en el momento en que se negocia la apertura con Europa viene esta empresa a hacer un MASTERPLAN en el organismo más importante que tenemos de apoyo a la industria. La Unión Europea, de esta manera, se asegura quedar de los dos lados del mostrador”.
Ya está es público, y con ello quedan enterradas las manipulaciones leguleyas del Ministro Peña que como vocero ideologizante afirmaba que los despedidos son todos vagos, donde los mismos sectores monopólicos que impulsaron y apoyaron la Ley Previsional y la Reforma Laboral se dan cuenta que el gobierno se les fue de riendas y desbocado muestra que está dispuesto a servir a intereses encontrados dentro de sus propios aliados.
He aquí una expresión clara de la crisis interburguesa, de la situación anárquica del capitalismo hoy, donde una facción que representa este gobierno tiene la clara intencionalidad de hacer los negocios ya, sin importarle nada, y en tal devenir le llegó la ruptura en su propio plan de gobierno.
Ahora bien, lo que hace que esto salte por los aires es la enérgica y tenaz lucha de los trabajadores del INTI, que con su extraordinaria y ejemplar conducta llevaron a que las contradicciones que estaban escondidas en luchas palaciegas, explotaran.
Esta situación coloca en una nueva fase el conflicto de los trabajadores. La lucha es eminentemente política, máxime que la medida de desguace (privatización de hecho) es anticonstitucional, pues el acuerdo de Libre Comercio y sus medidas necesariamente debe ser aprobado por las Cámaras Legislativas. El problema que se le presenta al gobierno fue la lucha que están dando los trabajadores pues de no haber encontrado resistencia hubiese pasado sin pena ni gloria, y hasta la misma UIA no hubiera encontrado el plafón para defender sus intereses.
Es decir, la lucha de los trabajadores quebró el frente de la burguesía, lo cual indica que, más allá de la dureza y sacrificio de afrontar una huelga que lleva ya más de 30 días, las posibilidades de triunfo se vislumbran de una forma alentadora donde los propios argumentos de la facción de la burguesía que no acepta la privatización del INTI terminan fortaleciendo su posición.
Es imprescindible ver la dialéctica de esta lucha, la burguesía siempre que tuvo que actuar en contra de los trabajadores, lo hizo en bloque como clase tratando permanentemente de desvirtuar tirando falsos atajos para dividir a los trabajadores. Es decir, cuando actúan en bloque tienen la iniciativa, y en este conflicto la perdieron pues están divididos. Este hecho no es menor, hace que el conflicto se fortalezca en un sentido político, y tan importante es esto como el carácter nacional que adquirió este conflicto. Ya no es sectorial, lo cual atañe a los intereses de toda la clase obrera y el pueblo, que invita a empujar y a solidarizarse activamente con la lucha de los trabajadores del INTI, que ya es de todos.
Afirmar hoy que la moneda está en el aire sería subestimar el desgaste que le significó al gobierno la medida. A la singular demostración de unidad, masividad y combatividad que ejemplarmente demostró esta lucha, habría que agregarle la paciencia. El frente de la burguesía ya hizo su clara manifestación pública y oficial que están partidos en dos. El triunfo solo es cuestión de tiempo.