Un joven trabajador municipal, con todos los proyectos por delante, falleció ayer mientras cumplía sus funciones de recolector de residuos.
La precarización laboral, la falta de elementos de higiene y seguridad, la sobrecarga de tareas son los verdaderos motivos de esta nueva tragedia.
Aunque quieren responsabilizar a los propios empleados, la responsabilidad principal es de las autoridades del gobierno.
Ayer fueron los obreros de Sameep y el operario de Secheep, hoy es un municipal de Resistencia. No podemos tolerar una muerte más.
Desde todos nuestros lugares de trabajo, reafirmamos el objetivo de conseguir las condiciones laborales que nos corresponde. El respeto a nuestra salud debe ser el primer punto de cada jornada.
Con el dolor por el que ya no está, nos ponemos de pié, por nuestra dignidad.
Una vez más gritamos: NUESTRA LUCHA ES POR LA VIDA!!