La ira que anida en la clase obrera y el pueblo por la desgraciada vida que padecemos en esta sociedad y en este país, se expresó de manera contundente contra el tremendo e impune crimen cometido al trabajador Leandro Miguel Alcaraz, chofer de 26 años de la Línea 620 Interno 103 de la zona Oeste, La Matanza.
Todo sucedió el domingo haciendo doble turno para poder sostener a su familia. Todo en un instante. Un segundo. Los disparos, la indefensión, la nada misma, y el dolor de un pueblo… ¿y cuántos van? Todo esto sumado, o como parte, de las oprobiosas condiciones laborales, sociales, producto de economías y políticas de hambre, súper explotación y miseria.
Pero la insensibilidad de los enemigos de nuestro pueblo no tiene límites. La burocracia de la UTA se presentó en la cabecera de la Línea 620 e “indignados” plantearon que la Línea tenía que tomar una medida de fuerza por el hecho, y limitarla solo a esa empresa. Los trabajadores, frente a semejante ironía, los corrieron a golpes, y se generalizó el paro en el Oeste. Así narraban en un comunicado los choferes autoconvocados: “Las medidas y la solución a nuestros problemas nace de las bases…Las iniciativas de la burocracia son esconder nuestra realidad, las iniciativas de las bases son cambiar la realidad de mierda que vivimos”.
Ya entrada la noche se comenzaron a realizar múltiples encuentros de trabajadores y movilizaciones. En el km 35 de la Ruta 3 arrancó todo, fue masivo. Allí se decidió en asamblea el corte de Gral. Paz. Y fue en ese mismo lugar, minutos más tarde, en donde los burócratas mandados por la UTA intentaron dividir, frenar y enfriar la medida tomada por los trabajadores, lo que fue nuevamente repudiado.
Lo que pesa es lo decidido en asamblea y como respuesta a la movida de la burocracia, cerca de 1.000 choferes se movilizaron a General Paz y Juan Bautista Alberdi, cortando totalmente todo en ambas manos, inclusive las colectoras; y ahí, tozuda la UTA, volvió a enviar a otro burócrata que recibió tremenda paliza frente a lo cual, en una asamblea, se expresaron manifestando un total repudio a la UTA y a su Secretario General, Fernández; al tiempo que plantearon: …»frente a cualquier problema que tenga un compañero con la UTA de cualquier línea, la vamos a pudrir mal…”, como también instaron a las patronales de abstenerse de represalias contra los choferes que no pertenecen a la zona Oeste y se hayan sumado a la medida de fuerza. Luego de levantar el corte, los trabajadores se movilizaron a San justo. Todavía están allí, frente a la municipalidad.
El paro en todo Oeste es generalizado. Al corte de General Paz y Juan B. Alberdi se sumaron un sinnúmero de cortes, siendo, entre otros, el de Puente La Noria y en Emilio Castro y General Paz.
Cuando la masividad se impone y el terreno lo eligen los trabajadores cabe preguntarse dónde están los matones de la UTA, dónde están las tropas de Gendarmería de Macri y Burllich. Este conflicto es solo una pequeña muestra, para que vaya sabiendo el gobierno lo que le espera.