La puesta en escena del día lunes, con un Macri en medio de los yacimientos de Vaca Muerta sosteniendo que debemos consumir menos y pagar más por el gas y la electricidad, pinta de cuerpo entero la política del gobierno de hacer caer sobre las espaldas del pueblo trabajador el sacrificio para que las “inversiones” de las empresas sean un negocio garantizado por el Estado al servicio de los monopolios.
Es una absoluta mentira, propia del cinismo de este gobierno, que los subsidios vayan a desaparecer. En el caso del gas específicamente, por Resolución 46-E de 2017 publicada el 6 de marzo del año pasado, el Ministerio de Energía y Minería comandado por Aranguren fijó un plan de subsidios que entró en vigencia el 1 de enero de 2018 y que alcanza a las empresas petroleras que realicen explotación en Vaca Muerta; dicho plan contempla el pago de 7,50 dólares por millón de BTU en 2018, descendiendo 0,50 centavos de dólar por año hasta cerrar en 6 dólares en 2021. Estos precios están por encima de la media del mercado que se ubica en 4 dólares por millón de BTU.
En términos fiscales este programa le costará al Tesoro argentino entre 1500 y 2000 millones de dólares. Según las cifras oficiales, lo que “ahorró” el Estado en 2017 por el “recorte” de los subsidios a la energía (vía el aumento de las tarifas) fueron unos 48.000 millones de pesos, que al cambio actual equivalen a un poco más de 2.300 millones de dólares. Los números cantan…
Es así entonces que lo de Macri el lunes, además de enviar un mensaje a la ciudadanía para que consuma menos y pague más, fue un mensaje a las empresas que explotan y explotarán los yacimientos de Vaca Muerta. Hasta allí fue el presidente y su ministro para reafirmar (por si hiciera falta) a los monopolios que el plan seguirá adelante y que sus subsidios gozan de buena salud.
De tan buena salud gozan que el 22 de abril, hace tres días, el diario de Río Negro publicó una noticia que informa que Tecpetrol, la petrolera del grupo Techint, ya conectó 6 millones de metros cúbicos de shale gas extraído de la cuenca neuquina en apenas nueve meses de explotación y planea seguir aumentando la producción de ese combustible. Pero los beneficios no terminan allí. Por resolución 130/2018 se le concede a la empresa de Techint la devolución anticipada del IVA por las “inversiones” realizadas en Vaca Muerta. Y aun más: adivine el lector cuándo se publicó la citada resolución en el BO? El 23 de abril de 2018. El mismo día de la visita presidencial y ministerial en la zona.
Por supuesto que semejante plan de subsidios tienta a cualquiera. Además de empresas de origen noruego, ruso y suizo que ya se han interesado por el negocio, hace seis días se conoció que Pampa Energía, cuyo accionista mayoritario es Marcelo Mindlin (comprados de IECSA, la constructora de la familia Macri), “invertirá” 200 millones de dólares. Como frutilla de la torta, en marzo se anunció otra “inversión garantizada de retorno” por 1500 millones de dólares de nada más y nada menos que… Shell. Empresa conocida por su más afamado accionista: el ministro de energía Aranguren.
Así funciona el capitalismo monopolista de Estado en nuestro país y así es como Macri miente sin ponerse colorado.
Al fin de cuentas, hace lo que todo exponente de la oligarquía financiera haría. Defender, proteger y asegurar los intereses de su clase a costa del sufrimiento y padecimiento de millones de compatriotas.
Su subestimación al pueblo habrá de convertirse en espanto cuando esos millones tomen en sus manos su presente y su destino, en el que ellos están llamados a jugar el papel de basura de la historia.