En la provincia de Buenos Aires hay por lo menos un conjunto de 10 lugares -entre ciudades y municipios- que se están sumando a un movimiento de desobediencia civil que se organiza en el seno de estas zonas frente a los tarifazos, los cortes de luz y el corte del suministro con el retiro del medidor. Desde Moreno hasta Mar del Plata, pasando por diferentes localidades como Florencio Varela, Tandil, Tigre, San Miguel, San Martin, José C. Paz, Vicente López, a los que se agregan más localidades del Partido de la Matanza como Laferrere y Gonzalez Catán, entre otras.
Este movimiento tuvo su impulso desde las barriadas populares más afectadas de la localidad de Moreno, donde la dependencia de la energía eléctrica es total. Los cortes de luz -que se multiplican por el desmedido encarecimiento y la imposibilidad de pago- tienen por consecuencia la ausencia de calefacción y de agua, el cierre de pequeños comercios y talleres, y ya se cobraron la vida de un niño la semana pasada. Es una situación desesperante y urgente que no tiene ni los tiempos ni respeta los indignantes argumentos de los funcionarios del macrismo, porque ni aún pagando las tarifas en cuotas disimulan el descomunal ataque a las condiciones de vida.
Este movimiento de masas surgido en las barriadas del gran Buenos Aires pone el acento en que la energía eléctrica es un servicio esencial para la vida, es decir, un derecho humano. No puede ser usufructuado por los monopolios en beneficio de sus ganancias, con un claro perjuicio del pueblo.
Ambos aspectos son irreconciliables. Los tarifazos, los cortes de los servicios y retiros de medidores se constituyen en una violenta acción del Estado al servicio de estas grandes empresas, que además en el abusivo precio de las tarifas, expresan el contenido de las políticas del gobierno al garantizar subsidios y beneficios políticos por vía parlamentaria e institucional a los monopolios.
La forma, es decir la democracia burguesa y su sistema representativo, expresan el derecho del capital monopolista de hacer negocios a costa del deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo; choca de frente con sus necesidades más elementales y básicas y se instala como una batalla que cuestiona el ajuste y al mismo tiempo, el carácter de la democracia que sustenta este régimen oprobioso.
Al cuestionar el ajuste y los tarifazos desde la rebeldía y la furia, desde los derechos inalienables que nos son propios, cuestiona de hecho los mecanismos y la institucionalidad que la sustenta, es decir, la democracia burguesa, contribuyendo a avanzar en nuevos escalones de unidad política de nuestro pueblo.
En la movilización y el enfrentamiento que se está impulsando se comienza a materializar el ejercicio de la democracia directa y el desarrollo asambleario. Esta metodología, cuya mejor expresión es la acción directa implementada desde las barriadas, se constituye como una forma de lucha superadora que expresa la necesidad de resolver por esta vía la contradicción entre las necesidades urgentes e inmediatas de nuestro pueblo frente a los monopolios.
En este escenario de rebeldía se entreteje la unidad frente a los tarifazos y el ajuste. Unidad que nada tiene que ver con la democracia representativa -a la medida de la explotación el saqueo y la miseria- porque se construye en base a la propia iniciativa de las bases populares.
¡!Si no hay luz para el pueblo no, habrá paz para las empresas!!! dice la consigna que unifica la diversidad de expresiones por abajo que se rebelan contra toda esta situación.
Ya fueron varias las movilizaciones y las acciones en las puertas de empresas como Edenor y Edesur, pero además, acompañadas de la iniciativa de poner en cada medidor una calcomanía que dice “medidor controlado por el barrio”… «Hay que impedir que las empresas realicen los cortes», «Tenemos que ponerles un cepo a los aumentos descontrolados. La energía es un derecho humano», dicen los vecinos de Moreno.
“Nos proponemos dar una respuesta contundente y colectiva, darle coordinación provincial a la desobediencia”.
Para el viernes 27 está convocada una iniciativa más amplia y en el sentido de nacionalizar la desobediencia, donde se integran más barriadas y localidades. La misma consiste en hacer asambleas en las puertas de cada oficina de estas empresas, manifestando su rechazo absoluto a tanta ignominia. Transcribimos la convocatoria:
Llamamiento a toda la comunidad para que no permita que le corten la luz (porque es un derecho indispensable y humano, esencial para la vida. No permitas que te retiren el medidor. No permitamos que estas empresas nos sigan metiendo la mano en nuestros bolsillos. Basta de cortes de luz!! Basta de tarifazos!!
¡¡Si no hay luz para el pueblo, no habrá paz para las empresas!!