¿Por qué la alianza de empresarios, gobierno y sindicatos tiene que recurrir a la firma de un pacto social en Vaca Muerta? La respuesta es simple: ellos saben lo que se aproxima.
Para bajar los costos de explotación, es necesario incrementar la producción con menos trabajadores, lo que implica trabajo bajo alta presión. Esto lleva a que todos los parámetros de seguridad e higiene laboral sean violados. Lo que se viene no es el “derrame” de sus ganancias hacia los trabajadores, ni la inversión para mejorar la salud y la educación, sino el derrame de petróleo y los accidentes laborales; en lo que va del año, hubo cuatro trabajadores muertos, asesinados a manos del capital.
Esta mezcla de fervor por la ganancia y la falta de escrúpulos, está llevando a los trabajadores a un callejón sin salida; todo lo que toca la triple alianza Estado-Patronal-Sindicatos, lo pudre.
Cada vez que se reclama para mejorar el servicio del tren de pasajeros Neuquén-Cipolletti y extender su recorrido a otras ciudades del Alto Valle, lo que significaría una mejora sustancial en la calidad de vida de los habitantes de la región, la respuesta del gobierno es que no hay dinero; esto contrasta notoriamente con el presupuesto multimillonario asignado para el proyectado tren de Vaca Muerta, que circulará entre Añelo y Bahía Blanca llevando equipos, materiales y 15.000 toneladas de arena para el fracking a los yacimientos, con el único fin de aumentar las ganancias de las petroleras.
Dicen que pasarán 34 trenes diarios, 17 de ida y 17 de vuelta, porque habrá una sola vía, la que atravesará por el medio a todas las poblaciones a lo largo de su recorrido, es decir que, circulará un tren de 40 vagones cada 42 minutos; prácticamente cuando termine de pasar uno vendría el siguiente, lo cual cortaría a las ciudades en dos.
De acuerdo a informaciones del gobierno, sobra gas, el cual es exportado a Chile a un precio subsidiado, pero aún así queda un excedente, lo que no significa que vaya a bajar la tarifa de gas ni que vayan a hacer nuevos gasoductos para abastecer a los millones de argentinos que carecen del suministro y se ven obligados a utilizar gas en garrafas a un precio muy superior, lo van a guardar en los viejos pozos que dejaron de producir para venderlo el invierno siguiente, pero obviamente más caro. Como se ve, el negocio de los monopolios no es vender más gas en Argentina, sino exportarlo a sus propias empresas del otro lado de la cordillera a bajo precio y venderlo a otro superior.
Ellos, con su avaricia e impiedad, están generando un volcán; la violencia que producen con esta explotación está cargando un resorte en medio del pueblo trabajador; no cuentan con que las reservas morales y materiales que anidan en nosotros responderán al saqueo y la humillación.
Vaca Muerta es la explotación descarnada de los inmensamente ricos, sin ninguna careta, sin antifaz, es un asalto a mano armada y a cara descubierta.
Ellos avanzan con el plan de Vaca Muerta como ariete y se quieren llevar todo puesto, y las fuerzas del pueblo deben enfrentar esta acción sin pérdida de tiempo; en estos planes no hay espacio para el pueblo trabajador.