Seguidamente reproducimos una nota publicada en el presente mes en el Boletín Fabril de Acindar de nuestro Partido, bajo el título que antecede:
Todos los obreros y trabajadores en general estamos sufriendo una realidad que es innegable: salarios achatados, condiciones de trabajo pésimas, inflación (sobre todo en alimentos, tarifas, servicios y transporte), pérdida de puestos de trabajo, aumento de los “accidentes” laborales, etc.
La cantinela es que el país está en crisis y hay que pasar el momento que ya lleva años y no tiene visos de resolverse.
Sin embargo, no hay crisis para todos: los bancos y compañías de seguros han ganado enormes fortunas, también las petroleras, las mineras, las cerealeras y aceiteras, etc. Acindar está entre las beneficiadas con la obra pública y las exportaciones, y eso lo sabemos bien.
Vemos a los costados y resulta que hay cierre de empresas y despidos de personal, suspensiones, recortes de puestos de trabajo. Pero esto no significa que se pierde producción. Lo que está pasando es una gran concentración de producción en unas pocas empresas de grandes capitales transnacionales que absorben y noquean a las menores. Es una verdadera lucha entre capitales por el mayor pedazo de la torta, en donde los trabajadores y sectores populares somos las víctimas.
Esta concentración se hace sobre la base del achatamiento del salario y las condiciones de vida de todo el pueblo.
Días atrás, los obreros de Tenaris se movilizaron enfrentando esta situación. Varios obreros de la zona se solidarizaron y se llegaron a la fábrica y al corte que hicieron en la ruta.
Hubo una actitud de clase… de la clase obrera, de nuestra clase de la que estamos orgullosos porque somos quienes producimos todo lo existente en el país. Sin nosotros, el país no sería nada.
La crisis de la que hablan no es crisis del país. Es la crisis que nos hacen vivir a los trabajadores y al pueblo para sostener enormes ganancias que amasan los grandes capitales transnacionales.
Desde las bases, en Acindar, los hemos enfrentados con varias acciones. La última fue la conquista del bono que no devolveremos porque es nuestro. Pero no es suficiente. Ya que se trata de una política de toda la burguesía hay que enfrentarla con una política de todo el proletariado y el pueblo.
Por ello es necesario organizar y desarrollar una política sindical que encare no sólo la lucha por los reclamos contra Acindar sino también por todas nuestras condiciones de vida (salud, educación, alimentos, servicios, tarifas, etc.) y para eso es indispensable atravesar los muros de la fábrica, unirnos con otros obreros y trabajadores como un solo puño.
Esto ya se está haciendo en varios lugares. Una iniciativa importante es el Sindicalismo Revolucionario que ya está poniéndose en marcha en varios puntos del país con tres encuentros nacionales ya realizados. La unidad de la clase obrera y el pueblo en la lucha por una vida digna es el principio del camino que debemos transitar como clase obrera para lograr nuestra definitiva liberación de la explotación del capital.