El 60º aniversario de la revolución socialista en Cuba es el 60º aniversario de lo que esa revolución aportó a los procesos revolucionarios del mundo y en particular a América Latina y a nuestro país.
Una revolución socialista que mantiene vigente su llama revolucionaria, en las peores condiciones de un mundo dominado por una oligarquía financiera planetaria, abrumada por profundas crisis políticas.
¿Qué proceso revolucionario en cada país no ha recibido las enseñanzas de esta revolución?
La construcción del socialismo en las condiciones en que tiene que realizarlo, habla de por sí de la complejidad para sostenerse. Pero las enseñanzas van mucho más allá, y en ello se contabilizan la lucha por el poder, la guerra de guerrillas y su relación directa con la permanente movilización del pueblo para esas gestas. El pueblo en armas para la defensa de ese proceso liberador, los caminos de solidaridad de esa pequeña isla con las luchas de los pueblos Africanos y del mundo, especialmente Angola. Los grandes debates del Che con el proceso de la Unión Soviética y su desarrollo como capitalismo de Estado. De cómo en las peores condiciones cuando la “crisis de los misiles”, la movilización política del pueblo contra el imperialismo norteamericano no impidió enarbolar procesos educativos desde las edades más tempranas, y simultáneamente, ir dando respuestas a temas tan candentes como la salud.
Esa revolución trascendió el presente, “lo hecho, hecho está”.
Es esa mirada la que permite aún hoy a los revolucionarios del mundo referenciar procesos genuinos de socialismo. Contemplar que haberse sostenido 60 años es contemplar 60 años de dificultades bajo el dominio planetario de una clase burguesa monopolizada.
Es muy cierto que una revolución no se exporta en términos del léxico mercantilista, pero sí es muy cierto que esa experiencia socialista -como otras revoluciones proletarias- van robusteciendo el conocimiento político e ideológico de los procesos revolucionarios que -como el nuestro- pujan por nacer.
La revolución Cubana es y ha sido una piedra en el zapato del imperialismo. Es cierto, tampoco es una revolución socialista para “copiar” y “transplantar” a nuestro país. Pero sí es una revolución que suma al caudal de revoluciones sociales de la historia de la humanidad, por desatar las fuerzas potenciales de los pueblos oprimidos y explotados por sistemas de explotación del hombre por el hombre.
Una revolución que se sostiene con grandes dificultades económicas, políticas e ideológicas como así se desprende de la última elaboración del proyecto de la nueva Constitución. Ni idealismos ni purismos de ese proceso, cuando el poder de la burguesía imperialista se presenta cotidianamente con nuevas y renovadas presiones.
Saludamos este 60º aniversario, nuestra revolución en marcha y nuestro Partido, supimos imbuirnos de esa furia liberadora, de ese pueblo movilizado por la defensa de sus ideales socialistas.