Son tres aspectos de una sola concepción para el momento político que estamos viviendo.
Es el único idioma que entiende el gobierno de Macri.
Organizar por abajo todo el cúmulo de fuerzas políticas hasta aquí alcanzadas es una prioridad. Las metodologías surgidas de la práctica de democracia directa con su máxima expresión de asamblea de nuevo cuño, de hecho, conlleva la movilización de las más diferentes formas. Pero un alto contenido tiene la confrontación, es decir, se organiza, se moviliza y desde allí hay que golpear la gobernabilidad.
Si la organización y la movilización están en marcha, hay que robustecer con la confrontación la acumulación de fuerzas para cambiar el actual estado de cosas.
Al plantearse confrontar, ella misma hay que realizarla en relación directa con las dos primeras. Golpear, acumular, fortalecer la organización y volver a golpear una y mil veces. No se trata de tomar un solo aspecto del problema, por el contrario, hay que ir amasando los tres aspectos y entonces sí tirar de la cadena por el eslabón más fuerte y fundamental del momento que es el político para condicionar la gobernabilidad en el presente y de todo lo que venga.
Es en ese proceso que la acumulación de fuerzas concretas y materiales que se vaya sucediendo es desde donde vamos constituyendo las fuerzas políticas de todo el pueblo para avanzar por el camino de la revolución y la toma del poder.
En varias notas venimos insistiendo que existe por estos días un agravamiento de las condiciones de vida de todo el pueblo. Crece la bronca, el descontento, la movilización es ascendente, todo indica que se va constituyendo una consigna única: “hasta aquí llegaron” lo que está provocando una nueva crisis política por arriba.
La incansable lucha comienza a dar resultados, la administración del Estado comienza a sentir y a asimilar que el horno no está para bollos y están obligados a ceder.
Ayer el gobierno resolvió: “A raíz de la situación económica actual, resulta necesario adelantar a marzo de 2019 los valores establecidos para junio de 2019. En consecuencia -según lo dispuesto, a partir del 1de marzo de 2019, (el salario mínimo quedará en 12.500 pesos para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo (…) y de 62,50 pesos por hora para los trabajadores jornalizados)».
Esto es una conquista y hay que verla en esa dirección, están asimilando el golpe que viene de lo más profundo de las entrañas de nuestro pueblo. Las muestras de dolor por abajo se van sucediendo con expresiones de ganar la calle, aún débiles, confusas pero permanentes y en ascenso.
En todo ello los destacamentos revolucionarios alentamos la confrontación en las condiciones más arriba planteadas, así esa gobernabilidad entrará por un camino inestable de nueva calidad.
La burguesía monopolista que se expresa en el control del Estado y de todas las instituciones, apuesta todos sus porotos a las próximas elecciones, y en ello todo el arco electoral ha unificado la consigna de desmovilizar, de no confrontar, pero lo real es que todos los días están pegando duro. En sólo dos meses han despedido decenas de miles de trabajadores, han cerrado miles de pequeñas y medianas empresas, la vida nos la están haciendo imposible y quieren que no confrontemos bajo el lema de la paz de los cementerios o con el cuento de zanahoria de que el próximo gobierno ordenará la anarquía que produce el actual proceso de concentración.
No hay paz de los cementerios, nuestro pueblo está confrontando y muchas veces como puede, pero es en ese ir y venir, en ese amasar de los nuevos acontecimientos que surgen desde abajo que aparecen los destellos de pararles la mano ya!!!!