En la nota que publicamos el 1º de abril, nos referimos al plan de la burguesía que -en connivencia con el sindicato SUTNA de neto corte “izquierdista”- terminaron firmando un acuerdo, previa amenaza de recurrir al mentado preventivo de crisis (PPC). Esto, lisa y llanamente es la reforma laboral que tanto ansían los monopolios, más allá que la tuvieran que hacer de manera encubierta. Lo hicieron, no sin antes propagandizar la amenaza de 400 despidos (que de hecho viola el PPC) y lograr un acuerdo con lo que la burguesía llama “sindicatos combativos”. Definimos ese golpe a los trabajadores como la tormenta perfecta, pues el acuerdo no sólo se firmó, sino que el mismo sindicato lo enalteció como “un triunfo de los trabajadores”.
Pero nuestras sospechas (respecto a que lo de FATE era parte de todo un plan nacional de los monopolios, con el propósito de relanzar una ofensiva en la reforma laboral) se vieron superadas y a las pruebas nos remitimos: cuatro días después, el Ministerio de Producción y Trabajo que preside el nefasto Sica, sacó la resolución 225/2019, que básicamente destaca que “Argentina como Estado miembro de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) y como tal , ha ratificado Convenios Internacionales adoptados por la O.I.T.”… “Que en el marco de las transformaciones que se verifican en el mundo del trabajo, donde se destacan el progreso tecnológico, la evolución de los métodos de producción y las nuevas formas de trabajo, la O.I.T. ha logrado consenso internacional sobre la necesidad de adaptar el contrato social a las nuevas realidades económicas, sociales y culturales.”
Y sigue “Que la Dirección de Asuntos Internacionales dependiente de la UNIDAD DE COORDINACIÓN GENERAL de la SECRETARÍA DE GOBIERNO DE TRABAJO Y EMPLEO del MINISTERIO DE PRODUCCIÓN Y TRABAJO se expidió manifestando que toda política laboral de adecuación de la legislación nacional a los estándares internacionales requiere una sinergia entre competitividad, productividad y trabajo en virtud de las exigencias del mundo moderno, que debe darse en el marco de los valores que impulsa la O.I.T., asegurando la plena vigencia de los principios de Justicia Social.”
Ahora, bajo el aval de la O.I.T. -de la cual obviamente todos los sindicatos adhieren y se pavonean con tal organización- trata el gobierno de blanquear desde el apoyo supuestamente sindical a nivel internacional y reeditar el famoso acuerdo del cual FATE, ahí sí fue vanguardia. Y si no, veamos cómo continua la resolución: “Que, conforme lo sostenido por la aludida Dirección, teniendo en cuenta los principios de la O.I.T., el instrumento más idóneo para motorizar estos cambios es el Diálogo Social Tripartito, que debe darse en un marco de responsabilidad y compromisos suficientes para lograr su eficacia”.
Es decir, la famosa triple alianza, monopolios, gobierno y sindicatos.
Pero tal medida política (que no es precisamente sindical) trasciende al actual gobierno y apunta -acaballados en la crisis económica de nuestro país- a una vieja y conocida intentona. Otrora, un PACTO SOCIAL QUE LES DE “GOBERNABILIDAD”.
Es decir, que intente atar de pies y manos la independencia de la clase obrera y su resistencia y lucha contra la retrógrada aspiración de la burguesía de avanzar en una mayor superexplotación a la clase obrera industrial –fundamentalmente-, y de ahí, a todos los asalariados.
Así lo afirma esta parte de la resolución: “Que, a los fines de cumplir con los citados objetivos, resulta conveniente la creación de una COMISIÓN DE DIÁLOGO SOCIAL PARA EL FUTURO DEL TRABAJO, de composición tripartita, con el objetivo de funcionar como una instancia nacional de acercamiento entre los actores sociales y el Gobierno Nacional, para el adecuado cumplimiento de los convenios de la ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (O.I.T.) ratificados por la REPÚBLICA ARGENTINA, en el marco de un diálogo propositivo para el mejoramiento de los estándares laborales de nuestro país.”
Los sindicatos ya fueron notificados de la resolución. Obviamente esto quedará en las cuestiones palaciegas de los gremios, sobre todo después de recibir de parte del gobierno 13.000 millones de pesos para las obras sociales.
Es decir, el periplo abarcó todos los actores: O.I.T., sindicatos “combativos, pasando por resoluciones ministeriales, la dádiva y la totalidad de los sindicatos, así como las Cámaras Empresariales… Con el parlamentarismo burgués como observador de lujo, pues la reforma laboral que aspiran los monopolios, para que se constituya en ley no tiene fuerza. Muy por el contrario, la resistencia de la clase obrera, sumado a la crisis política de la burguesía no les permite ese lujo. Y al final, como diría Santucho: “la burguesía propone, la lucha de clases dispone”.