El Aguilar es un municipio del Altiplano argentino, ubicado al norte de la provincia de Jujuy, en el Departamento Humahuaca. Allí funciona una mina que actualmente es propiedad de la multinacional Glencore. Desde hace dos años los trabajadores mineros vienen reclamando por sus condiciones de trabajo y de seguridad, las que en el último período se vieron agravadas por causa de las exigencias por aumentar la productividad de los trabajadores.
Hace una semana se resolvió llevar adelante una huelga por tiempo indeterminado; realizaron una multitudinaria asamblea en el polideportivo y allí se decidieron las acciones y cómo organizarlas: el paro, montar piquetes en las entradas de la mina, crear una comisión de mujeres que se encargaría de la logística, formar una comisión de lucha para organizar los turnos en los piquetes, mantener la asamblea permanente para resolver cada paso. Ante estas decisiones, los responsables de la mina abandonaron el lugar y mostraron una intransigencia que, con el correr de los días, se mostraría impotente ante la decisión y la combatividad de los trabajadores.
Los reclamos eran el pago de haberes mal liquidados (en represalia por las medidas de lucha que se venían tomando), establecer medidas de seguridad en la mina y la remoción del gerente general de la empresa, Javier Ruiz Díaz.
La medida movilizó a todo el pueblo de El Aguilar. Sin embargo, con eso no alcanzaba. Fue entonces que los mineros decidieron recorrer los233 kilómetros que separan esa localidad de la capital provincial a pie, en una marcha que no se producía desde hacía décadas; en la recorrida que pasó por distintos pueblos recogieron el masivo apoyo de la población donde se mostraba, una vez más, que cuando el proletariado lucha decididamente por sus demandas arrastra detrás de sí las demandas del resto de la sociedad.
Ya en la capital se reunieron con autoridades provinciales pero la empresa seguía con su intransigencia. Los mineros decidieron, junto a familiares y pueblo que los acompañaba, quedarse allí hasta llevarse una respuesta positiva para sus demandas. En las primeras horas de esta tarde la empresa y el gobierno provincial (aliado de ésta, por supuesto) debieron tragarse su intransigencia y los mineros lograron una victoria total. Todos los reclamos fueron conseguidos.
Éste, como la lucha docente que triunfó en Salta hace unos meses, no es un triunfo más. Porque se da en el marco de la resistencia y hasta la defensiva que atraviesa el movimiento obrero en todo el país contra cierres, despidos, suspensiones. Y en el día en que el ministro Dujovne fue a Estados Unidos a garantizar que la reforma laboral será implementada.
Nuevamente la lucha de clases mete la cola y muestra a los de arriba que para implementar sus medidas no basta con decirlo; hay que poder hacerlo.
De allí la gran importancia de este triunfo, en una provincia donde hae pocas semanas el oficialismo ganó las elecciones. También allí la lucha de clases se muestra terca y desnuda que un resultado electoral no garantiza gobernabilidad.
También es necesario mencionar que estas luchas pueden ganarse cuando se utilizan metodologías de plena participación y unidad desde las bases, masividad y unidad con el resto de los sectores populares. El camino es por ahí y hay que tenerlo muy en claro a la hora de preparar las fuerzas para los futuros conflictos que serán inevitables. Porque la burguesía, aun cuando políticamente no tenga el respaldo necesario, no cejará en sus intentos por aumentar la explotación y la opresión contra los trabajadores y el pueblo.
El proletariado argentino, aun en un proceso arduo y dificultoso, muestra signos de vitalidad que están intactos. Porque la lucha por la dignidad está intacta.
Y porque se empieza a comprender que los conflictos se ganan en el terreno político, profundizando el enfrentamiento desde una posición de clase. Además, ningún conflicto puede ganarse si no hay políticas efectivas para ganarse el apoyo, la simpatía y el concurso del resto de la población afectada por la política de los monopolios. Así fue entendido por los mineros de Jujuy y los resultados están a la vista.