La tremenda devaluación que sufrimos estos últimos dos días, donde ha quedado congelado todo el circuito productivo del país por ausencia de precios de referencia, lo que de prolongarse en el tiempo terminará causando desabastecimiento de productos; el traspaso a precios que tendrá lugar en los próximos días, sobre todo en productos de primera necesidad, es una agudización abrupta del empobrecimiento del pueblo trabajador.
Frente a esta coyuntura, el gobierno nos desafía y provoca directamente, culpando, en un descaro inédito, al pueblo en general y al resultado electoral, de la disparada del dólar, disparada que por otro lado los grandes grupos monopólicos ya tenían previsto desde principios de año.
Por su parte, todo el arco de la oposición, comenzando por FF, forman coalición con Cambiemos intentando garantizar la gobernabilidad. En las redes sociales han hecho circular llamamientos a no movilizar, a garantizar la finalización pacífica del mandato de Macri, en un desesperado grito por evitar la movilización popular y garantizar los negocios que por estas horas se están haciendo los grandes monopolios trasnacionales con las especulaciones de todo tipo.
¡Llaman a la calma, a no salir a la calle, a no prender la chispa de la rebelión, mientras vemos cómo nuestro salario y nuestra calidad de vida cae estrepitosamente en pocas horas! ¡Llaman a «esperar a octubre» mientras millones de compatriotas caen cada vez más debajo de la línea de pobreza! ¡Llaman a desmovilizar para garantizar sus negocios!
Esa es la verdadera consigna que se esconde detrás de la «defensa de la democracia». Pero la verdadera democracia no está atada a las leyes y los tiempos de sus negocios. La verdadera democracia es la que ejerce el pueblo movilizado, es la democracia directa. No son los patrones, ni los caudillos, ni los empresarios haciendo negocios detrás de floreados discursos.
La devaluación (y la inflación en la que se verá traducida) es una medida que disminuye abruptamente nuestro salario y engrandece la ganancia empresarial.
Ante esta crítica situación, la única herramienta que tenemos los trabajadores para exigir soluciones ya, para detener y revertir este tremendo ajuste sobre nuestros salarios y condiciones de vida, es la movilización, desde cada sector de trabajo, desde cada empresa, desde cada barrio. Organicemos la bronca:
-Asambleas por sector con acciones directas como ruidazos, cortes de calle, movilizaciones, volanteadas, etc.
– Inmediato aumento salarial
– Nuestra dignidad no espera a octubre.