¡Es inmenso e imparable! El proceso de lucha y denuncia en contra del machismo, arraigado en lo más profundo de los pueblos del mundo, es inmenso e imparable, ya no hay vuelta atrás. En este camino nuestro país ha hecho grandes aportes a la lucha de clases con un movimiento de mujeres que se materializa en masivas movilizaciones, que cuestionan desde la violencia de género hasta la trata de personas, o sacuden la legitimidad de la democracia burguesa y su parlamento con la lucha por la Interrupción Legal del Embarazo. Donde quedó bien claro que las mujeres y el pueblo empezamos a querer decidir y ser protagonistas de nuestros destinos y este sistema con su estructura y funcionamiento de Estado ya nos queda chico, no sirve su ¨representatividad¨, ni encaja con las necesidades y demandas del pueblo.
Pero el mismo avance se está dando (con sus características) a lo largo y ancho del mundo, desde el movimiento de mujeres revolucionarias del Kurdistán hasta las rebeliones de Ecuador, Colombia, Bolivia y Chile donde han generado un gran aporte en la correlación de fuerzas de los pueblos de la región, y donde las mujeres han tenido un papel determinante en las iniciativas y el cuestionamiento al Estado burgués y sus instituciones como cimientos desde donde se sostiene y reproduce la violencia machista. Se identifica claramente al Estado de clase cómo sostén de la opresión a las mujeres y disidencias donde los jueces, el presidente y la policía garantizan la dominación de la burguesía sobre el proletariado y el pueblo trabajador, y la opresión de género como una herramienta más del Estado capitalista para oprimir y dividir a la población.
Pero, así como se profundiza el carácter de clase del Estado, se profundiza también el carácter de clase de las luchas, las movilizaciones y la organización que se va dando el pueblo en sus gestas.
En Chile en particular se han dado acciones concretas como las movilizaciones de la última semana donde cantan frente a la línea de choque de carabineros, frente a instituciones Estatales e inclusive, escraches frente a las propias casas de los carabineros. Esto último demuestra que los niveles de coordinación para las movilizaciones no se limitan a “los grandes centros”, sino que se va haciendo consciente la necesidad de desarrollar la movilización desde lo local, desde las barriadas, lo que ya constituye un aporte invaluable a la lucha de clases internacional, y donde además no se toman ya las instituciones eclesiásticas como únicos garantes de la reproducción de nuestra doble opresión, sino que además se apunta directamente al carácter general del Estado.
Como expresiones de esto también podemos mencionar el ejemplo del comunicado de “Memoria de Rebeldía Feminista de Chile” publicado en nuestra página[1], donde se expresaba el profundo contenido de clase del movimiento de mujeres en ese país o la canción que tanto se ha popularizado por estos días que desnuda a las Instituciones del Estado como sostén de la represión y en especial la violencia hacia las mujeres.
En la medida en que en cada lugar se vaya profundizando el carácter de clase de las luchas y se tenga más claro quién es el enemigo, se podrá blanco sobre negro que la única división irreconciliable es la que tenemos con la burguesía monopolista. Es la tarea del momento expresar con claridad que los intereses de la clase obrera y el pueblo trabajador no son una utopía, al contrario, es indispensable luchar contra las desviaciones reformistas que pretenden limitar la responsabilidad de la opresión solamente a las instituciones eclesiásticas o generar falsas divisiones entre géneros y/o sexos que pretenden desviar cualquier consigna que coloque en vilo el papel del sistema capitalista como reproductor de la opresión sobre las mujeres.
Desatemos las fuerzas de liberación que pujan por nacer para enfrentar al verdadero reproductor de la opresión de género: el sistema capitalista, su Estado, sus instituciones y la gran burguesía monopolista.
Letra completa de la canción:
El patriarcado es un juez,
que nos juzga por nacer
y nuestro castigo
es la violencia que no ves.
El patriarcado es un juez,
que nos juzga por nacer
y nuestro castigo
es la violencia que ya ves.
Es femicidio
Impunidad para el asesino
Es la desaparición
Es la violación
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba , ni cómo vestía
El violador eras tú
El violador eres tú
Son los pacos
Los jueces
El Estado
El presidente
El Estado opresor es un macho violador
El Estado opresor es un macho violador
El violador eras tú
El violador eres tú
Duerme tranquila niña inocente,
sin preocuparte del bandolero,
que por tus sueños dulce y sonriente
vela tu amante carabinero.
El violador eres tú
El violador eres tú
El violador eres tú
El violador eres tú
[1] Ver video completo en: https://prtarg.com.ar/2019/10/21/chile-por-el-legitimo-deseo-de-los-pueblos-a-construir-otra-vida-posible/