LA CALLE NOS DARÁ LAS SOLUCIONES
El gobierno de Capitanich comienza a mostrar el verdadero rostro detrás de los discursos y las promesas electorales. Su tercer mandato viene con una línea de ajuste y austeridad para el sector trabajador, y prioriza los negocios de sus socios y patrones.
En el paquetazo de casi 60 leyes que impulsa hay un compendio de palabras bonitas, pero poco aborda las cuestiones estructurales y las soluciones urgentes que necesitamos como pueblo. Descentralización, transparencia, calidad, lucha contra la corrupción… Todos juegos para la tribuna.
Lo importante es mantener achatados los salarios, recortar el «gasto social», desentenderse de educación, salud y vivienda, y destinar los fondos a pagar deudas y apuntalar las ganancias de los grandes empresarios. Hasta la constitución provincial piensa modificar con estas ideas.
Todo esto en un marco de pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora. La inflación galopante, la devaluación del peso, el congelamiento de los sueldos dan muestra del negro panorama que se nos ofrece. Mientras tanto, los sindicatos y las organizaciones sociales firmaron una tregua por noventa días, para que Capitanich tenga tiempo de “ordenar” los números de la provincia.
¿Pero vamos a dejarnos llevar por delante como pueblo por estas políticas? ¿Tenemos alternativas para mejorar esta solución? Estamos seguros de una cosa: todo lo que tenemos lo conseguimos con la lucha. Y en esta oportunidad volvemos a agitar las aguas, desde abajo y con la fuerza del reclamo.
Cada lugar de trabajo, de estudio, de vida, será nuestro puesto de pelea. La organización democrática, cara a cara y sin jefes ni caudillos, es la herramienta. La movilización y la exigencia de lo que nos corresponde, con acciones que hagan escuchar las demandas, son el contenido de la fuerza popular.
Debemos arrancar al gobierno las soluciones que no está dispuesto a dar por su cuenta. En las calles, las rutas, las plazas, en nuestro propio terreno, será dónde definiremos el futuro de los chaqueños.