Lo del Corona Virus nos tiene hasta la coronilla. Resulta que se ha dicho tanto que, o es una gran mentira montada sobre una verdad a medias a escala planetaria, o es una verdadera pandemia con una clara posición de las clases altas del sálvese quien pueda, como siempre lo han hecho. Total, la burguesía tiene garantizada su seguridad sanitaria.
De cualquier manera, el problema está instalado como una verdadera catástrofe. Pero al parecer el gobierno de Alberto Fernández hace lo mismo que la casi totalidad de los países que toman medidas que no sirven para nada (de ser auténtica la pandemia). Si no, repasemos las medidas del gobierno tomadas el domingo y ahí como si nada suspendieron cines, teatros y todo tipo de espectáculos públicos, hasta incluso las clases, pero con los docentes en las escuelas. Eso sí, las fábricas trabajan como si nada hubiera pasado. Al igual sucede con los demás trabajos, sino veamos como se viaja en el tren Sarmiento, el Roca y demás líneas férreas urbanas. Ni hablar de los colectivos y los choferes con sus recorridos de dos horas -por ejemplo- donde suben pasajeros de los más diversos lugares. En fin, o es o no es.
Lo concreto es que lo del Corona Virus ya está instalado como una pandemia mundial y una vez más, la llaga de la mano es del pueblo laborioso. Porque de ninguna manera la burguesía va a perder sus ganancias.
Es precisamente en las situaciones límites donde el sistema capitalista se muestra en su máxima expresión, inhumano y cruel, cínico y déspota, mentiroso y soberbio. Pero sobre todas las cosas, explotador hasta el día de su muerte. Como bien diría Carlos Marx “el burgués te va a vender la soga con que lo vas a ahorcar». Porque las fábricas siguen trabajando en medio de la pandemia y todas las recomendaciones se contradicen con la aglomeración de humanos que están en las fábricas y el transporte que los traslada.
Pero el pueblo trabajador -parado desde la lucha de clases- irremediablemente tiene que dar respuesta. La situación es intolerable, no se puede seguir trabajando en estas condiciones y la burguesía tiene la plusvalía acumulada para hacerse cargo de bancar la cuarentena a todo un pueblo entero, pagando igualmente los salarios ante la pandemia sin producir una sola tuerca. Y esto no es ninguna locura o aventura, se trata de la sobrevivencia humana. Y así lo están entendiendo -por ejemplo- los obreros automotrices y de otras ramas desde Italia, Francia, España o E.E.U.U… LO MISMO DEBEMOS HACER LOS TRABAJADORES ARGENTINOS Y ASI ESTAR A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS.
Por todo esto, exhortamos y proponemos a la clase obrera y demás trabajadores realizar asambleas para votar y ejercer el abandono de tareas y estar en nuestras casas con goce pleno de sueldo y así presionar al gobierno de turno a que tome esta decisión. Correr con violencia si es necesario a todos los sindicalistas y delegados que se presten a dividir o hacerle el juego a las empresas y establecimientos, con medidas dilatorias que retrasen la vuelta a casa y la cuarentena.
Que se suspenda todo trabajo que no sea estrictamente vinculado al sistema de emergencia. Los trabajadores sabemos perfectamente qué tareas son imprescindibles. Y también exigir que quienes sigan teniendo que ir a trabajar en las tareas estrictamente unidas a la emergencia reciban el equipamiento total y de máxima seguridad conocida. Esto sin importar lo que cueste. Que la burguesía ponga lo que hay que poner para solucionarlo.
Si la gravedad de la pandemia es tal, que las clases dominantes se hagan cargo. Y si sobre una verdad a medias crearon esta sicosis, que la burguesía se haga cargo también.